Coherencia entre fe y vida, pidió Monseñor Sergio Gualberti

Santa Cruz/BOLIVIA.- En el Domingo Mundial de las Misiones Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor de Santa Cruz, pidió compartir el Don de la fe recibido en el bautismo sin reducirla a la esfera privada. Gualberti llamó a todos a comprometerse con la misión que es la “identidad y razón de ser de la Iglesia”.

En la Eucaristía de este domingo celebrada desde la Catedral de Santa Cruz, Monseñor Sergio Gualberti recordó al Cardenal Julio Terrazas que en la clínica se está restableciendo de sus dolencias “queremos decirle que estamos con él y que elevamos nuestra oración al Señor para que pronto se recupere y así vuelva a su servicio pastoral iluminado y generoso en nuestra Iglesia” señaló.

La eucaristía estuvo concelebrada, por el Nuncio Apostólico Su Santidad en Bolivia, Monseñor Giambattista Diquattro y al P. Zummen, nuevo secretario de la Nunciatura que llegaron hasta Santa Cruz para visitar al Cardenal Terrazas que se encuentra en su cuarto día de internación.

Monseñor Gualberti hizo énfasis en la necesidad de vivir la fe con coherencia en todas las dimensiones de la vida para así acabar con la “brecha entre la fe y la vida, entre la fe y la ética y la moral”. En esa misma línea pidió no reducir la fe a la esfera privada o familiar sino que pidió tener valentía y audacia para testimoniar la fe públicamente.

A tiempo de señalar que la misión es parte de la identidad más esencial de la Iglesia, sentenció que “Si no evangelizamos no somos la Iglesia de Jesús” por eso invitó a todos a ser misioneros “Todos como parte de su vocación y su estado de vida, tenemos que comprometernos con la misión porque no podemos llamarnos cristianos si no somos misioneros como nos dice Aparecida: que nadie se quede de brazos cruzados”.

Así mismo, el prelado insistió en la necesidad de vivir públicamente la fe “Solo si nuestra fe se vuelve vida, podemos confesarla, es decir, hacerla pública con firmeza y decisión, no solo reducirla a la esfera privada y familiar”.

“Ser misioneros es ser anunciador de Jesucristo con creatividad y audacia en todos los lugares donde el evangelio no ha sido suficientemente anunciado o acogido, en especial en los ambientes difíciles y más allá de nuestras fronteras”.

Sin embargo insistió en la necesidad de hacer que la fe sea asumida en todas las dimensiones de la vida por eso lamentó que “A pesar de que –en nuestro país- la mayoría se profesa cristiano notamos que hay una gran brecha entre la fe y la vida, entre la fe y la ética y la moral”.