Goya/ARGENTINA.- Centenares de feiles de los siete departamentos que conforman la diócesis de Goya desafiaron este domingo la intensa lluvia para participar de la misa de apertura del Año de la Fe que presidió el obispo local, monseñor Ricardo Faifer, en la basília de Nuestra Señora de Itatí.
La Eucaristía fue concelebrada por el vicario general de la diócesis, presbítero Luis María Adis; los dos decanos, presbíteros Norberto Damelio y Alberto Altamirano, y decenas de sacerdotes del clero diocesano y religioso, pertenecientes a los departamentos de Curuzú Cuatiá, Mercedes, Monte Caseros, Esquina, Lavalle, Sauce y Goya.
Luego de la celebración eucarística, los peregrinos compartieron un almuerzo comunitario en la Escuela Parroquial de Itatí y a las 15 se rezó el Rosario en el camarín de la Virgen.
Monseñor Faifer destacó en la homilía que “la Virgen María nos reúne en nombre del Señor, del Señor Jesús, Dios nuestro Señor. Estamos reunidos en la casa común de nuestra Madre. Aquí, en su hermosa imagen de Nuestra Señora de Itatí, Ella nos manifiesta la cercanía y la ternura de Dios, y nos abre las puertas para el encuentro con su Divino Hijo Jesús".
El prelado recordó que el papa Benedicto XVI hace referencia a la imagen de la puerta y el camino en su mensaje convocando al Año de la Fe, para expresar que "en este año, esta puerta abierta se ofrece a todos como una preciosa oportunidad para entrar por ella. Especialmente a nosotros, que ya tenemos el don de la fe, para que podamos renovarla y fortalecerla, y nos impulse a invitar a otros a que entren por ella, para encontrarse con Cristo, quien colma los anhelos más profundos del corazón humano".
Asimismo, señaló que el Pontífice exhorta a “redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo”.
"Se trata de redescubrir el camino de la fe para recomenzar siempre desde el encuentro con Cristo, porque no hemos de dar nada por presupuesto y descontado. La Catequesis renovada, como prioridad pastoral diocesana, tendrá muy en cuenta provocar y animar ese encuentro con Cristo y la consecuente adhesión a su Persona. Un modo adecuado para lograrlo será promover el catecumenado en la Iniciación Cristiana", indicó.
"Es importante destacar que el conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es decir, para adherirse plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo que Dios revela y nos propone la Iglesia", agregó.
Monseñor Faifer expresó su deseo de que “esta vivencia del Año de la Fe despierte en nuestra Iglesia diocesana un renovado compromiso misionero, para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe”.
“El compromiso misionero de los creyentes saca fuerza y vigor del descubrimiento cotidiano del amor de Dios, que nunca puede faltar. La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”, concluyó.+