El rector de la basílica y santuario nacional Nuestra Señora de Luján, presbítero José Daniel Blanchoud, informó a AICA que las instalaciones del templo se encuentran resguardadas de las inundaciones provocadas durante la tarde de ayer por la crecida del río Luján y afirmó que las actividades programadas continúan su habitual cronograma.
Durante la mañana del jueves 1 de noviembre, el rector del santuario confirmó a esta agencia que, una vez alertados de la situación, “comenzaron a funcionar las bombas de descompresión” que evitaron mayores complicaciones en la cripta y subsuelos del templo mariano.
“En la basílica no hay problema, aunque sí lo tiene el espacio del Descanso del Peregrino, que está en un nivel más bajo”, comentó el sacerdote, quien también reveló que las calles Nueve de Julio y Padre Salvaire, situadas de espaldas al edificio y más cercanas a la ribera del río, aún continúan anegadas.
No obstante, los laicos que cumplen funciones administrativas en el santuario informaron que no tuvieron inconvenientes para llegar a sus puestos de trabajo. “Yo no tuve ningún inconveniente para ingresar al templo. De a poco las calles se están desagotando”, comentó una asistente de la guardia del templo.
Según informaron agentes de Caritas de la basílica, la “poca agua que pudo haber ingresado” en las instalaciones del tempo “se está sacando con bombas”.
La crecida del río Luján comenzó el lunes a la noche cuando se registraron fuertes lluvias en la naciente del río, en las localidades bonaerenses de Mercedes y Suipacha, donde se esperan más precipitaciones.
Según los Bomberos Voluntarios de la cabeza del distrito, a las 5 se registró la mayor altura del río, que sobrepasó los 5,10 metros. En un informe difundido a las 7, las aguas se habían asentado a ese nivel, y según dio a conocer la municipalidad a las 9, el raudal ya se encontraba en retirada.
El intendente del partido, Oscar Luciani, llamó a la solidaridad del pueblo para asistir a los vecinos de la comuna: precisó que se requieren alimentos no perecederos, agua potable envasada, pañales, pilas, linternas y velas.
Colaboración de Caritas
Chicha Ambiela, responsable de Caritas-Basílica, informó a esta agencia que desde la tarde de ayer, miércoles 31 de octubre, comenzaron las tareas de asistencia a los vecinos afectados por el caudal del río.
“Los sacerdotes de las zonas afectadas están enviando los pedidos y nosotros los estamos atendiendo. Recién enviamos una encomienda de alimentos y ropa para la zona de Jáuregui y también al barrio San Jorge, cercano a Opendoor, a quienes solemos asistir habitualmente”, relató Ambiela.
“La actividad ha sido muy fuerte en la tarde de ayer y la mañana de hoy. Nos han llamado de muchas partes y han venido a retirar lo que desde aquí preparamos. No es una demanda muy invasiva, ya que está colaborando Defensa Civil y muchas organizaciones de base en los barrios”, añadió la responsable.
A pesar de mantener los pedidos al momento, Ambiela reconoció que el mayor problema se registrará cuando los vecinos evacuados y autoevacuados regresen a sus hogares. “El problema que se va a plantear va a ser después –explicó-, cuando la gente regrese y vea que ya no tiene colchones, frazadas, ropa o alimentos. Nos estamos preparando para ese aluvión que va a llegar dentro de dos o tres días”.
La titular de Cáritas informó que trabajan con donaciones que acercan los peregrinos de todo el país. Luego, clasifican y acopian la ropa y los alimentos para enviar a las zonas necesitadas de la comunidad. “Todo está listo para cuando nos vengan a pedir”, informaron desde la entidad que asiste a los barrios San Pedro, San Jorge, Ameghino, La Loma, Santa Marta y San Francisco. +
