Después de haber sido integrados en el programa "De la Calle a la Vida", los niños que trabajan en las intersecciones de las carreteras principales del municipio de Rioverde, sueñan con encontrar un buen trabajo tan pronto como sea posible y poder seguir una carrera que les permita avanzar.
Para algunos, el Centro de Asistencia Familiar donde todos los días van a comer y estudiar se ha convertido en la principal esperanza. Los más pequeños evitar hablar de cualquier explotación que han sufrido en familia o en el exterior, y muchos están seguros de que si las instituciones siguen ayudándoles, un día podrán ir a la escuela y a la universidad.
A través de este programa, el número de los que trabajan en la calle ha disminuido. Llevan una tarjeta de identificación con sus datos personales, tienen que responder educádamente a las personas y obedecer a los conductores que no quieren sus servicios. Además también deben cumplir con ciertas medidas de seguridad para evitar riesgos de accidentes.
A través de la Dirección de Seguridad Pública estos pequeños son supervisados constantemente para que se puedan intervenir inmediatamente en caso de que sean agredidos.
