El Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, propuso al gobierno de República Dominicana la creación de Ministerio de la Familia que integre a todas las instituciones que tienen responsabilidad de aplicar políticas públicas dirigidas a la célula base de la sociedad.
La propuesta del purpurado, en nombre de la Conferencia Episcopal de ese país y en unión con la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, fue realizada durante la Misa del domingo 25 de noviembre con motivo de la clausura de la multitudinaria caminata "Un paso por mi familia", realizada con ocasión de celebrarse el mes de la familia en ese país.
Durante la homilía, el Primado de América dijo que la familia "ha de ser la gran protagonista de las políticas públicas del Estado".
En este sentido, los obispos dominicanos, en unión con la población católica, sugieren se conforme una sola institución que agrupe el Consejo Nacional para la Niñez (Conani), los ministerios de la Juventud y la Mujer, el Instituto de Protección de la Vejez, el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, así como el Consejo Nacional de Discapacitados, que podría conformar el Ministerio de la Familia.
En otro momento señaló que "tenemos en el ambiente general de nuestro amado país señales que nos dicen que se perdió el sentido de cohesión familiar, abundan los divorcios, y más porque muchos matrimonios no se fundamentan sobre bases sólidas, sobre el amor y la verdad auténticos".
Sobre ello, el Cardenal López Rodríguez expresó su gran preocupación y alarma por la violencia creciente contra la mujer: "estamos alarmados por una ola de violencia irracional, por una perversa e injustificada serie de crímenes, específicamente contra la mujer. Nos duele en lo más íntimo de nuestro corazón ver a tantas hermanas nuestras vulgarmente asesinadas".
El Cardenal dijo que el país no puede permanecer indiferente ante el "cuadro desgarrador que estamos presenciando", e hizo un fuerte llamado: "esto hay que pararlo de cualquier manera".
El Purpurado también se refirió a la necesaria y adecuada preparación de los novios antes del matrimonio: "Sin una buena preparación y un paciente acompañamiento de las parejas, es imposible que haya matrimonios estables".
El Arzobispo exhortó a los esposos a no vivir a espaldas de la fe ya que "el matrimonio auténticamente cristiano no se da sin la vivencia de la propia fe. Pretender llevar un matrimonio adelante viviendo de espaldas a la fe, es mera utopía. La pareja que decida vivir cristianamente su matrimonio tiene que asumir con seriedad su compromiso cristiano".
