El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, compartió la homilía que predicó a los fieles de esa Iglesia particular en ocasión de la fiesta de la Navidad del Señor.
En su mensaje, el obispo señaló que “de muchas formas y con muchas imágenes los profetas describieron la venida del Mesías muchos siglos antes de que aconteciera” y, dado el hecho del nacimiento del Salvador, “los cristianos no podemos vivir encerrados en las realidades y esperanzas terrenas, sino abiertos a las esperanzas eternas, deseando encontrarnos un día con nuestro Dios y Señor”.
El prelado aseguró que la propuesta se trata “del comienzo de una vida nueva en Cristo, distinta a la que presenta el mundo” y abierta a los designios de Dios para los hombres en la tierra. “Solamente de esta manera nosotros podemos cambiar y puede cambiar el mundo”, observó el obispo.
Además, monseñor Martorell destacó que la venida de Jesús “no es un mito ni un relato fantástico”, sino que es “un hecho histórico y documentado”. “Las profecías se cumplieron, los evangelistas vivieron con Jesús, lo escucharon y vieron, pero, ciertamente, es necesario tener fe”, añadió.
A pesar de ser una fiesta cristiana, el obispo debió resaltar que los hombres y mujeres de hoy “se han olvidado que Jesús es Navidad y que la Navidad es el nacimiento del Salvador, de nuestro Salvador”.
“Desde que Jesús nació en Belén, la dignidad del hombre no puede ser soslayada, porque el Hijo de Dios al encarnarse se ha puesto al nivel del hombre. Dios se hace hombre para elevar al hombre a la dignidad de ‘hijos de Dios’, para que esté íntimamente cercano”, predicó el obispo.
“Celebremos la Navidad con amor, con el amor de los hijos de Dios. No paganicemos esta fiesta sagrada. Pidamos al Señor la gracia de renovar nuestro corazón y nuestra vida, y pongamos la esperanza de un mundo mejor en manos de quien todo lo puede”, concluyó el prelado.+
