Una enfermedad vivida con Jesús puede convertirse en una experiencia positiva

En el marco de la XXII Jornada Mundial de los Enfermos, Monseñor Adriano Tomasi, OFM, Obispo Auxiliar de Lima, presidió una Santa Misa en la Iglesia de Nuestra Señora de la Buena Muerte donde administró el sacramento de la Unción de los Enfermos a numerosos fieles de la Pastoral de la Salud de la arquidiócesis de Lima.

Durante su homilía recordó las palabras que el Papa Francisco dirigió con respecto al tema de Fe y Caridad, donde menciona que la Iglesia reconoce en los enfermos a Cristo que sufre.

“En este mensaje el Papa nos dice que los enfermos son una presencia muy especial de Jesús en medio de la Iglesia. Por eso, el hermano enfermo tiene que ser el centro de la familia y de la sociedad”, comentó.

Exhortó a todos los que estén atravesando por alguna enfermedad o dificultad a vivirla de la mano de Jesús, para mantener la esperanza de mejorar y convertirla en una experiencia positiva.

“Jesús ha hecho que la enfermedad que puede parecer dura se convierta en esperanza y valor para hacer un ofrecimiento al Señor, para cargar nuestra cruz junto con Él”, reflexionó.

“Podemos hacer de esta limitación algo que explore el amor de Dios. Podemos ofrecerla al Señor como sacrificio”, prosiguió.

En otro momento, agradeció a quienes ofrecen su vida y su tiempo a los hermanos que necesitan atención, acercando con amor y esperanza el mensaje de Cristo.

“Agradezco a religiosos, religiosas y laicos que se comprometen en la pastoral de la salud, porque así podemos acercarnos a nuestros hermanos llevándole la ternura y la compasión del Señor. Tenemos que seguir haciendo que en nuestra arquidiócesis todas las parroquias tengan a plenitud esta pastoral”, manifestó.

Una enfermedad vivida con Jesús puede convertirse en una experiencia positiva

Una enfermedad vivida con Jesús puede convertirse en una experiencia positiva