Lourdes, un pulmón espiritual para Chile

Cientos de fieles llegaron hasta el Santuario de la Virgen de Lourdes ubicado en Quinta Normal para celebrar la santa misa que presidió Monseñor Cristián Contreras Villarroel, obispo auxiliar de Santiago, y con la que se dio término a la celebración de esta advocación de María.

La jornada del martes 11 de febrero se celebró el día de la Virgen de Lourdes, en que se recuerda la primera aparición de la Virgen Santísima en Francia a Santa Bernardita. Durante 15 sábados, y con el lema “Lourdes, un pulmón espiritual para Chile”, se prepararon los fieles, en el santuario de Quinta Normal para peregrinar el día de ayer. “Hoy hemos tenido una jornada muy hermosa que termina con este misa de clausura”, dijo el animador, al comienzo de la eucaristía que se realizó a las 20:00 horas en la gruta de la Virgen y que presidió monseñor Cristián Contreras Villarroel, obispo auxiliar de Santiago, ante cientos de fieles.

“Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, en este momento está en Roma y les manda un cariñoso saludo a días de ser creado Cardenal. Tuve también la oportunidad de hablar con el Padre Galo Fernández, Vicario de esta Zona Oeste, y quién recientemente ha sido nombrado obispo auxiliar de la Arquidiócesis, él también les manda un cariñoso saludo”, dijo monseñor Contreras Villarroel, antes de iniciar la eucaristía.

La homilía del obispo auxiliar estuvo marcada por el mensaje del Papa Francisco para la XXII Jornada Mundial del Enfermo: “Ustedes, las familias, los ancianos y los enfermos son el pulmón espiritual de nuestra patria. Por eso el lema que el Papa escogió para esta Jornada Mundial del Enfermo es tan elocuente, ‘también nosotros debemos dar la vida por los hermanos’. Todos tenemos que preocuparnos unos por otros”, dijo monseñor Contreras Villarroel.

La catequesis, siguió con una invitación a los cientos de asistentes: “El Papa dijo a los sacerdotes en jueves santo que debemos llevar la unción, ‘llévenla a las periferias geográficas y existenciales. Porque si no la llevan, el aceite se vuelve rancio y el corazón amargo’. Esto que ha dicho a los sacerdotes podemos decir por extensión que se nos lo dice a todos, los bautizados y confirmados, porque hemos recibido esas unciones y debemos compartirlas”.

“Pidámosle a la Virgen Santísima, en este día santo, que nos acompañe también con su unción, sobre todo porque ella ha recibido la de la anunciación, en el acompañamiento a Jesucristo cuando iba creciendo, más en la cruz, como la madre dolorosa”, dijo monseñor Contreras Villarroel para terminar su homilía, y agregó, “Que María venga a caminar junto a nosotros, y que este santuario, gracias a ustedes, siga siendo un monte espiritual para nuestra Iglesia”.

En el ofertorio se entregaron dibujos y pinturas que hicieron los niños que durante el día visitaron el santuario. Al final de la eucaristía se realizó una pequeña procesión con la que se cerró la celebración.