Fundación Las Rosas da la bienvenida al Cardenal Ezzati

Con una eucaristía de acción de gracias, donde asistieron más de 500 personas, entre voluntarios, trabajadores y abuelitos.

“Estoy rezando por usted”, le dijo uno de los abuelitos al Cardenal Ezzati, antes de iniciar la eucaristía con la que se agradeció a Dios por su nuevo nombramiento, realizada la mañana del jueves 6 de marzo en el Santuario a María Santísima, ubicado en Recoleta.

Más de 500 personas repletaron el templo, estaba toda la “Familia de la Fundación las Rosas” dijo su Capellán, padre Andrés Ariztía, quien le dirigió unas palabras al Arzobispo de Santiago: “El Papa ha dicho que un Cardenal es un testigo de la compasión, humildad y servicio de Cristo, gracias por compartir hoy con nosotros con esta eucaristía que nos constituye como Iglesia”.

Monseñor Ezzati expresó es su homilía que estaba muy agradecido, porque sabe que todos los asistentes rezaban por el: “ Ustedes hacen presente a la Iglesia en el servicio de aquellos que más lo necesitan. Quiero que me sigan acompañando en esta misión que el Santo Padre me ha encomendado, él dice que los ancianos son un tesoro de la sociedad, una sociedad que es de consumo, que muchas veces desecha a las personas porque no son productivas. La iglesia quiere acompañar a los adultos mayores porque han sido gestores de paz, de cariños y de vida”.

Además dijo que, el Sucesor de Pedro, les enviaba una bendición muy especial: “Me siento muy feliz de compartir el inicio de Cuaresma con ustedes, que es un tiempo de conversión y de volver a la fuente. Tenemos escoger el camino de la vida y por eso tenemos que estar en comunión con el que da la vida que es Jesús. Miremos su cruz, que es nuestra salvación, es el Señor el que alienta nuestra esperanza y nos indica como alcanzar la vida que no tiene fin. En Cuaresma vaciémonos de nuestra miseria y llenémonos de gracia”.

Finalmente monseñor Ezzati enfatizó que, su título no es honorifico ni una carrera, que más bien es un servicio cercano a la gente, “pidan por mi para que sea un Cardenal atento a los más necesitados, un buen Samaritano que sepa conmoverme y tender la mano”.