Prisión perpetua para autores intelectuales de la muerte de Mons. Angelelli

Los exmilitares Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella fueron condenados a prisión perpetua acusados de ser los autores intelectuales del asesinato del tercer obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, fallecido el 4 de agosto de 1976 en el paraje conocido como Punta de Los Llanos, cuando se dirigía a la ciudad de La Rioja luego de una visita pastoral a El Chamical.

El presidente del Tribunal Oral Federal de La Rioja, José Quiroga Uriburu, leyó la sentencia con la que se declaró que la muerte de monseñor Angelelli fue un crimen de lesa humanidad, con lo que se dio por desechada la hipótesis de un supuesto accidente automovilístico que mantenía la defensa de los condenados.

Según las pericias efectuadas, monseñor Angelelli murió el 4 de agosto de 1976 a causa del choque que dos autos provocaron sobre la camioneta Fiat 125 Multicarga que manejaba el obispo, que viajaba acompañado del presbítero Arturo Pinto. La camioneta despistó y el prelado murió un rato después, mientras era trasladado a una clínica de la capital riojana.

Los magistrados también decidieron que Estrella y Menéndez sean trasladados a un penal de máxima seguridad de Bower, en la provincia de Córdoba. La medida se concretará luego de que el cuerpo médico forense examine a los condenados y verifique si están en condiciones de residir en una cárcel común.

El 12 de septiembre, a las 9.30, se conocerán los fundamentos de la sentencia.

Ni rencor ni venganza, sino asunción de su ministerio

Para esperar la sentencia, la diócesis de La Rioja había convocado a una vigilia de oración y una misa en memoria agradecida por el ministerio episcopal de monseñor Enrique Angelelli. Cientos de personas se congregaron en la catedral de San Nicolás, en la capital provincial, para participar de una misa que presidió el obispo diocesano, monseñor Marcelo Colombo.

Monseñor Colombo pidió “no ansiar venganza, ni cultivar odio o rencor”; en cambio, pidió asumir enteramente las enseñanzas de su predecesor, tanto en el ámbito eclesial como en la sociedad provincial.

"Esperamos justicia para que esta sociedad que conformamos conozca la verdad de cuanto aconteció aquella dramática tarde del 4 de agosto de 1976. Dios conduce la historia y sabemos que siempre fracasan los intentos de los prepotentes que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. De Cristo resucitado hemos aprendido que la vida siempre tiene la última palabra”, afirmó en la noche del jueves 3.

Finalmente, monseñor Colombo invitó a emprender “sin titubeos” los caminos que monseñor Angelelli propuso a la Iglesia en La Rioja: la renovación eclesial, el servicio como contenido y como método de la actuación pastoral, la opción preferencial por los pobres y excluidos, la conversión pastoral de las instituciones, la búsqueda entre todos de la voluntad de Dios para su Iglesia.+