Guadix/ESPAÑA.- Más de 80 participantes de Vida Ascendente han celebrado en Jérez del Marquesado una Asamblea Diocesana presidida por el Obispo de Guadix, monseñor Ginés Ramón García Beltrán. Que este encuentro se haya celebrado en Jérez del Marquesado no es casual, ya que esta parroquia tiene como patrona a la Virgen de la Purificación -conocida como “La Tizná”-, festividad que se celebra el 2 de febrero, día de la presentación del Señor en el templo, donde Simón y la profetisa Ana, -santos patronos del movimiento de Vida Ascendente-, acogen en sus brazos al niño Jesús y destacan de él la misión que tendrá durante su vida.
El encuentro se ha desarrollado, desde las 11 de la mañana, con un momento de acogida alegre y festivo por parte del párroco y miembros de la comunidad parroquial. Seguidamente se ha tenido un momento de compartir experiencias por parte de algunos de los participantes y de los miembros del equipo directivo de Vida Ascendente. Posteriormente se ha celebrado la Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, monseñor García Beltrán, y concelebrada por los sacerdotes de los pueblos de Huéscar, Baza, Caniles, Zújar, Cuevas del Campo, Guadix y Jérez, acompañados de sus respectivos miembros de la Vida Ascendente. Terminada la Eucaristía, se ha compartido la comida en el hotel rural de la localidad.
La valoración del encuentro es positiva y no se descarta hacerlo aquí en años sucesivos.
Vida Ascendente es un movimiento de Iglesia, un movimiento de laicos que trabaja en colaboración con sacerdotes y religiosos, es un movimiento de apostolado seglar de jubilados y mayores para crecer en la fe, fomentar la amistad y ser miembros activos de la Iglesia y de la Sociedad.
Su lema es espiritualidad, apostolado y amistad. Su objetivo es llevar el mensaje evangélico a los mayores y jubilados, para que aporten a la sociedad y a la iglesia su fe, su experiencia y su tiempo disponible.
¿Cómo se desarrolla este Movimiento? Reúne a sus miembros de cualquier medio social y cultural en pequeños grupos de trabajo y oración; crea un ámbito de amistad para compartir sus preocupaciones y vivencias; ofrece a sus miembros los medios para profundizar en su fe y acreditar su esperanza, logrando que todos sus miembros vivan esta etapa de su vida en plenitud humana y cristiana; abre cauces para su integración en la misión de la Iglesia, impulsando a sus miembros a una activa participación en ella; les estimula y orienta para que, como ciudadanos responsables participen en la animación cristiana de la sociedad, adoptando un nuevo estilo de solidaridad con los demás.
Vida Ascendente son enseña el arte de envejecer, el arte de seguir siendo útiles y el arte de servir. El estar jubilado del trabajo… no es estar jubilado de la vida. Si “el tiempo es oro”, eres millonario en horas libres y disponibles.
(Información elaborada por J. Tortosa Alarcón. Delegado episcopal de Apostolado Seglar)
