Los grupos conservadores de derechos humanos están cada vez más alarmados por una nueva propuesta
de financiación para combatir la trata de personas en todo el mundo. También están preocupados por los grupos que parecen haber sido escuchados
por la Casa Blanca, específicamente por Ivanka Trump, quien parece estar respaldando la posición de la Casa Blanca.
La
cuestión inmediata es la iniciativa para eliminar la esclavitud moderna
y los $25 millones que ahora están disponibles para que los grupos
puedan aplicar
a ellos. El dinero disponible del Departamento de Estado es
principalmente para atraer a más donantes-fundaciones, gobiernos
extranjeros, negocios y grupos de defensa- para crear una fundación
permanente de mil millones de dólares que estaría más allá de la
influencia de los políticos de los Estados Unidos.
El
programa surgió durante el gobierno de Obama con el apoyo de senadores
republicanos de alto rango y, los críticos afirman que fue realizado
sólo con
un aporte limitado de grupos conservadores de derechos humanos que
trabajan en la trata de personas.
Una
coalición de grupos de derechos humanos envió una carta al presidente
Trump hace un mes exponiendo sus preocupaciones; la coalición
organizada por
Global Centurion, dirigida por Laura Lederer, activista desde hace
mucho tiempo contra la trata de personas, afirma que las primeras
reuniones de la fundación privada se llevaron a cabo en secreto “con
sólo unos pocos de los más grandes y bien financiados
grupos anti trata de personas que fueron invitados a participar”. El
grupo encargado de la junta de la nueva fundación privada también se
creó sin transparencia adecuada.
En
cuanto a las cuestiones de política, la coalición está más preocupada
por las cuestiones de la prostitución y el aborto. Muchos de los grandes
grupos
que trabajan por la trata de personas son blandos y/o aceptan la
prostitución legal, muchos de ellos lo llaman “trabajo sexual” y lo
consideran legítimo. La coalición Centurión Global señala que la mayor
parte de la prostitución es precisamente el tipo de
trata de personas que están tratando de eliminar.
Algunos
de estos mismos grupos también apoyan el aborto legalizado y la
solicitud de propuestas emitidas por el Departamento de Estado el 16 de
marzo, la
cual puede permitir que una fundación privada financiada por los
Estados Unidos se oponga a la política estadounidense contra el
financiamiento de grupos de aborto en el extranjero. En un memorándum de
antecedentes proporcionado por el Centurión Global al
Friday Fax, se afirmó que varios grupos cercanos al proceso apoyan
abiertamente el aborto, entre ellos el grupo de trabajo izquierdista
Solidarity Center, el grupo feminista Futures Without Violence (Futuros
Sin Violencia), Free the Slaves / Freedom Fund,
ECPAT International, Coalition to Abolish Slavery, y Hillary
Clinton-supported Vital Voices. Los críticos señalan que el aborto es
una herramienta utilizada por los proxenetas y otros traficantes para
mantener trabajando a sus esclavos sexuales.
Otros
grupos no dicen nada sobre los temas de la prostitución y el aborto, lo
que es una posición que los críticos consideran que eso permiten que
estos
temas puedan crecer, incluyendo los $50 millones al año del National
Center for Missing and Exploited Children (Centro Nacional de Niños
Desaparecidos y Niños Explotados), y los $30 millones anuales de
Humanity United, United Way, Polaris, International Justice
Mission (La Misión Internacional de Justicia) y el nuevo Human
Trafficking Institute (Instituto de Tráfico de Personas).
Muchos
de estos grupos se reunieron en la Casa Blanca con Ivanka Trump y el
miedo consiste en que ahora ellos pueden influir para desviar más de mil
millones
de dólares al año en nuevos fondos, y exprimir a grupos más pequeños
mediante un trabajo efectivo en el terreno. Están programadas más
“sesiones de escucha”.
La
coalición dirigida por Centurión Global está pidiendo que se retire la
solicitud de propuestas y que se invite a los grupos conservadores a
participar
en el proceso, incluyendo la próxima sesión de escucha en la Casa
Blanca, con el fin de asegurar que la prostitución y el aborto no sean
apoyados por la nueva fundación