CAMINEO.INFO -Valencia/ESPAÑA- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha presidido un encuentro con empresarias y profesionales católicas de distintos ámbitos de la diócesis de Valencia que se han reunido para aportar propuestas y acciones frente a la crisis económica basadas en la Doctrina Social de la Iglesia.
En la reunión, desarrollada en el Hotel Palau de la Mar, con la participación de un centenar de empresarias y profesionales católicas, el Arzobispo ha invitado a las asistentes a “crear un observatorio permanente de la realidad social” para poder ayudar a “transformar esta sociedad”.
Los creyentes “tenemos que sumar siempre al bien común de la sociedad pero más en este momento de dificultad y crisis económica”, según monseñor Osoro que ha añadido que “esta es la gran novedad, estar reunidos pensando y trabajando en las necesidades de quienes se encuentren en una situación de pérdida de trabajo o sin subsidio de desempleo ”.
El encuentro de hoy con el Arzobispo pretende “ayudar, apoyar y acompañar a aquellas mujeres que quieren emprender un proyecto empresarial en estos tiempos de dificultad y generar empleo o que tienen problemas para incorporarse al mundo laboral”.
La Asociación de Empresarias Católicas fue promovida el pasado año, junto a la Asociación de Empresarios Católicos de la Diócesis, por el sacerdote y vicerrector de la Universidad Católica de Valencia, José Luis Sánchez, a petición del Arzobispo, con el fin de crear y fortalecer una red personalizada de ayuda a favor de los que menos tienen, con proyectos concretos.
En el encuentro de esta tarde, ha intervenido José Luis Sánchez al igual que Mar Sánchez Marchori. A continuación, monseñor Osoro ha dirigido unas palabras y se ha abierto, finalmente, un turno de preguntas y un tiempo para la puesta en común de las propuestas.
Entre los objetivos de la Asociación de Empresarias Católicas de la Diócesis de Valencia figura ofrecer, gratuitamente, orientación y asesoramiento para la puesta en marcha de planes de innovación, así como impartir formación, cursos sobre autoestima o de preparación para la inserción laboral.
Además, “se trata de una nueva forma de asociacionismo empresarial, única en España y en el resto de Europa, al servicio de la Iglesia y del bien común de la sociedad”, según Sánchez Marchori, que ha recordado también que la Iglesia “es pionera en la defensa del trabajador y de sus derechos”.