Danilo y Ana María Zanzucchi son un matrimonio italiano que está pronto a cumplir 50 años de casados. Hace unos días se les informó que el Papa Benedicto XVI los escogió para escribir las meditaciones que el Santo Padre presidirá el Viernes Santo en el Coliseo de Roma. Para ellos, el amor de la familia es la fuerza que supera los obstáculos.
Danilo tiene 92 años, mientras que Ana María ha cumplido ya 83. Se conocieron en 1952 y solo un día después de conocerse él le propuso matrimonio. Ella dijo sí y se casaron en la primavera siguiente. Ahora tienen 5 hijos.
En una reciente entrevista concedida a ACI Prensa, los Zanzucchi contaron que pudieron escribir las reflexions del Via Crucis, dedicado este año a la familia, gracias a las oraciones, al Espíritu Santo y a su propia experiencia familiar.
"En todos los momentos del Via Crucis, hemos tenido ocasiones especiales para nuestra familia. Las estaciones nos han sido dadas por Jesús para redimir a la familia, y eso ha sido lo más fuerte que hemos confrontado, y el camino que siempre hemos seguido para iluminarnos con la gracia de cada estación", afirmó Anna Maria Zanzucchi.
Por su parte, Danilo dijo que si las familias "tienen esa disposición de estar listas para amarse unos a otros, con el amor de Dios, entonces ponen en práctica las palabras de Jesús sobre que cuando dos o más están reunidos en su nombre, allí está con ellos".
Esto, dijo, "es un recurso formidable para sanar y ayudar a la gente, sin juzgar a nadie porque todos somos pobre gente".
Ana María indicó luego que "la familia necesita renovarse, reforzarse, unirse. La unidad es ese amor que enlaza, el ímpetu que forma a las familias, pero no debemos olvidar que con la humanidad –y todos sabemos que eso puede pasar– tenemos peleas, malos entendidos y las pequeñas cosas se pueden convertir en grandes".
Todos estos obstáculos, precisó, "pueden superarse con amor, que sirve para que renovemos el amor que todos llevamos dentro". "Es como dijo Danilo, se trata de renovarnos y que podamos ayudar a otros".
En 1967, la fundadora del movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, pidió a esta pareja de esposos que los ayudara a establecer un nuevo movimiento que ayuda a las familias a "vivir la espiritualidad de la unidad y difundir a todo el mundo los valores de la familia que promueven la hermandad universal".
"Es Dios que ayuda a la familia y la sociedad para reconstruirse, para vivir como verdaderos hombres", concluye Danilo.
