Colombia acaba de arrancar unas nuevas conversaciones exploratorias para un proceso de paz y la Iglesia juega un papel fundamental. A la ley del Gobierno, "Verdad, Justicia y Reparación", los obispos añaden "Perdón y Reconciliación". En la diócesis de Buenaventura tienen una "capilla de la memoria" y cada 2 de noviembre celebran una Jornada de Solidaridad con las Víctimas.
Así lo explicaba el obispo, monseñor Héctor Epalza, durante el transcurso de la reciente visita Ad Límina, ante los micrófonos de Radio Vaticano. Monseñor Epalza reconocía que el conflicto armado que aún se mantiene hace que su misión sea "muy dura, pero ahí estamos, siendo testigos de la esperanza. En la región donde yo vivo hay mucha muerte, muchos desaparecidos, desplazados. La Iglesia trata de ser ese buen samaritano que acoge y que acompaña".
Dentro de esas iniciativas de acompañamiento, la Jornada de la Solidaridad con las Víctimas, el 2 de noviembre que se celebra con Eucaristías "en el cementerio, en la parroquia donde haya habido más muertes, asesinatos, desaparecidos", permite llevar palabras de consuelo.
La iniciativa de la llamada "capilla de la memoria" está sirviendo también para este consuelo: "Eso es muy duro pero a la vez muy confortante para las familias como para el pastor, como diría el profeta, consolar a mi pueblo".
Además, a final de este mes se celebra en toda Colombia la Semana por la Paz. El lema elegido por la diócesis de Buenaventura es: "Hagamos visible lo invisible. Trabajamos por la paz". En Buenaventura en el último año, 17 mujeres han sido asesinadas, hay 40 desaparecidos, y 140 muertos por la violencia.
