El próximo domingo, 28 de octubre, el Santo Padre, Benedicto XVI, presidirá en Roma la ceremonia de clausura de la XIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que desde el pasado 7 de octubre ha venido debatiendo en torno a ‘La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana’. El Delegado Episcopal de Catequesis de la Diócesis, Carlos Aguilar, nos explica qué es y cómo funciona una Asamblea Sinodal.
¿Qué es el Sínodo de los Obispos?
Es una institución u organismo de la Iglesia nacido del concilio Vaticano II. Fue instituido por el papa Pablo VI, que anunció su creación el día de la apertura de la cuarta sesión conciliar, es decir, el 14 de septiembre de 1965. Fue concebido como instrumento para manifestar la comunión de todos los Obispos de la Iglesia con el Romano Pontífice y entre sí; y también para expresar la participación del colegio episcopal y de cada uno de los obispos en el gobierno pastoral de toda la Iglesia.
El Papa, por tanto, convoca el Sínodo para escuchar la voz de los obispos de todo el mundo —representados por cuantos asisten a la asamblea sinodal— sobre un tema concreto. Tiene, generalmente, un carácter consultivo. De lo que se trata es de buscar y de profundizar entre todos los obispos sobre un tema o una cuestión concreta; para ello, los padres sinodales piden la luz del Espíritu Santo, que es quien guía a la Iglesia hasta la verdad completa (cf. Jn 16,13). Así pues, con la ayuda del Espíritu, los obispos tratan de discernir y leer los signos de los tiempos e ir encontrando los caminos por donde avanzar, de manera que la Iglesia sea siempre fiel a su naturaleza y a la misión que el Señor le encomendó.¿Quién convoca un Sínodo y para qué?
Como órgano consultivo al servicio del Papa, es él quien convoca el Sínodo cada vez que lo considera oportuno, y también quien designa el lugar de las reuniones. Hasta ahora todos han sido en el Vaticano. Al Papa le toca igualmente establecer, antes de la celebración del Sínodo, las cuestiones que serán tratadas. El Papa es asimismo quien preside el Sínodo, personalmente o a través de otros. El Papa decide sobre las propuestas, y le toca ratificar las decisiones. El Papa tiene el derecho de concluir, transferir, suspender y disolver el Sínodo si lo considera oportuno y necesario.¿Qué tipos de Sínodos hay?
Los hay ordinarios, es decir, aquellos en los que se estudian materias que tienen que ver con el bien de la Iglesia universal y que requieren la doctrina, la prudencia y el parecer de todo el episcopado católico. Este que se celebra actualmente es el decimotercero.Los hay extraordinarios, es decir, aquellos que tratan materias que exigen una rápida definición por el bien de la Iglesia universal. Hasta ahora solo ha habido uno; el que se celebró en 1985 con motivo de los XX años de la clausura del concilio Vaticano II. Los hay también especiales, es decir, aquellos en los se trata de materias que atañen a una cuestión de una región o más regiones particulares de la Iglesia. Se han celebrado hasta ahora diez de este tipo y en ellos se ha pasado revista al estado y a los problemas de la Iglesia en los cinco continentes: África (dos Sínodos), América, Asia (Uno en general, otro para el Líbano y un tercero específicamente sobre Oriente Medio), Europa (uno para los Países Bajos y dos de Europa en general) y Oceanía.¿Quiénes pueden participar en el Sínodo?
De las iglesias orientales:
• Los Patriarcas, los Arzobispos Mayores, los Metropolitas de las Iglesias Metropolitanas sui iuris de las Iglesias Orientales Católicas o el Obispo competente en la materia de estudio del Sínodo designado por el Patriarca, por el Arzobispo Mayor, por el Metropolita de las Iglesias Metropolitanas sui iuris, con el consenso del Sínodo de los Obispos o del Consejo de los Jerarcas de la Iglesia que presiden.
• Los Obispos elegidos por los Sínodos de los Obispos y por los Consejos de los Jerarcas de las Iglesias Orientales Católicas.