CAMINEO.INFO -Valencia/ESPAÑA- El patronato del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer ha nombrado nuevo clavario director al sacerdote José Ignacio Llópez Guasp, de 31 años y natural de Torrent.
Llópez, profesor de la Facultad de Teología de Valencia San Vicente Ferrer, accede a la dirección “en la fase decisiva del 600 aniversario de la fundación de la institución”.
Durante los próximos meses, el Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer ha programado diversas actividades conmemorativas “que darán a conocer, un poco más, si cabe, la institución vicentina”, entre ellas, dos exposiciones retrospectivas “que a través del arte y los documentos reflejarán el ayer y hoy del Colegio Imperial”, han señalado las mismas fuentes.
Llópez Guasp sustituirá al sacerdote Enrique Orquín, que ha dirigido el colegio durante los últimos cinco años.
El nuevo clavario director es licenciado en Teología por la Facultad San Vicente Ferrer de Valencia y ha cursado estudios de doctorado en Antropología Teológica en la Universidad Gregoriana de Roma durante los últimos seis años. Además, ha sido profesor del Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas.
Tras su ordenación como sacerdote en 1993, Llópez Guasp ejerció de vicario parroquial en la iglesia de San José de Ontinyent, de capellán militar en las bases de Bétera y Manises, y de párroco en la iglesia de San Miguel Arcángel en Gata de Gorgos.
El nuevo clavario ha trabajado en las áreas pastorales de infancia y juventud, a través de “Juniors Moviment Diocesà”, donde ha participado en actividades de tiempo libre y campamentos, y ha colaborado con Cáritas, según las mismas fuentes.
30.000 niños acogidos en una institución decana en el mundo
El Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer, ubicado en la localidad valenciana de San Antonio de Benagéber, ha acogido a lo largo de su historia a más de 30.000 niños valencianos. En la actualidad, cursan sus estudios 240 escolares desde Educación Primaria hasta cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria.
Igualmente, otros cien niños y niñas huérfanos que han perdido a los dos progenitores o a uno de ellos, así como niños de familias monoparentales, o que han sido abandonados, “todos ellos con una difícil situación económica”, son acogidos en la residencia del colegio.
La institución ofrece una “formación integral que incluye docencia, transporte, alimentación, actividades de tiempo libre, viajes educativos y vida en un ambiente familiar de lunes a viernes durante el curso escolar”, han añadido.
