Cadiz/ESPAÑA.- En la jornada del domingo 18 de Marzo, y al término de la Eucaristía Parroquial de las ocho de la tarde, la imponente dolorosa de Nuestra Señora de la Soledad, la cual se encontró durante toda jornada en Solemne Besamanos, recibía la medalla conmemorativa del Solemne Vía Crucis Diocesano.
Para la ocasión, se trasladó hasta la Antigua Conventual de la Victoria varios miembros del Secretariado de Pastoral Juvenil y Vocacional del Obispado de Cádiz y Ceuta, los cuales compartieron la celebración de la Eucaristía junto a los miembros de la Hermandad y comunidad parroquial de San Sebastián Mártir.
A su término, el párroco y Director Espiritual de la Hermandad, cedió la palabra a Miguel Ángel Morilla Taracido, el cual se dirigió a los presentes, en primer lugar indicando que en esta ocasión les hablaba como parte del Secretariado de Pastoral Juvenil y como Organizador del Solemne Vía Crucis Diocesano, ya que se da la coincidencia de que Miguel Ángel también es miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Soledad. Sus palabras fueron esencialmente de agradecimiento hacia la Hermandad por aceptar en su día la invitación del Obispo Diocesano, monseñor Rafael Zornoza Boy, a participar en tan magno acontecimiento, destacando que la cita del 14 de Agosto en Cádiz se trató sin duda de una cita para la historia, una puesta en valor de un patrimonio y cultura diocesana para gran parte del país, una conjunción y simbiosis perfecta de formas y estilos de carga, una demostración, incluso para muchos gaditanos, de que la tacita de plata va mucho más allá del puente Carranza, y todo ello para la piedad y mayor edificación de los fieles y peregrinos que visitaron Cádiz en aquellos días. Morilla quiso reconocer con la entrega de la medalla el sí desinteresado y sin condiciones, la gran labor y la grandiosa contribución de la Hermandad a que el Vía+Crucis Diocesano fuera un total y absoluto éxito sin precedentes.
La medalla conmemorativa, es una pieza única que exclusivamente poseerán aquellas corporaciones cofrades que participaron en tan magno encuentro. Dicha pieza de joyería, está elaborada en plata de ley, mostrándose en el anverso el busto en relieve de S.S. Benedicto XVI , con las inscripciones de CÁDIZ y 14-VIII-11; mientras que en el reverso se muestra en relieve el logo de la JMJ de Madrid 2.011. Dicha medalla se encuentra engarzada a modo de laza con los colores vaticanos y rematado con un broche sobredorado.
Al término del agradecimiento, Miguel Á. Morilla presentó a Ildefonso Sánchez Alba, joven de la Hermandad de la Soledad de Cádiz, el cual durante la jornada del 14 de Agosto acompañó y abrió calle a la Hermandad durante su procesionar gaditano.
Ildefonso fue el encargado de hacer entrega de la medalla al Vice-Hermano Mayor de la Hermandad, José Ramón Ortega, y luego también el encargado de imponer dicha condecoración a Nuestra Señora de la Soledad con el caluroso aplauso de una abarrotada Iglesia de la Victoria. Sin duda, dicha medalla será el gran estreno de la Hermandad de cara a la próxima Semana Santa, portando Nuestra Señora de la Soledad con gran orgullo dicha distinción en su salida del Viernes Santo, acreditándola así como la única dolorosa que participó y cerró con esplendor el Solemne Vía Crucis Diocesano.
