Ciudad Real/ESPAÑA.- El Obispo de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora, ordenaba en la Catedral a dos nuevos jóvenes que han dado el paso al sacerdocio este último sábado, 5 de mayo. Acompañados por gran parte de la diócesis, Carlos Ferrero y Francisc José García, ambos naturales de Daimiel, se incorporan al presbiterio diocesano.
Los frutos de la oración de la Iglesia se han hecho patentes este sábado con la ordenación de dos nuevos sacerdotes al servicio de nuestra Diócesis.
Con trayectorias distintas, estos dos jóvenes naturales de Daimiel y formados en el Seminario diocesano, han dado su «sí» definitivo al Señor, respondiendo a una llamada acompañada durante años por la Iglesia.
Carlos Ferrero, tras estudiar Ingeniería Química en el Campus de Ciudad Real, entró al Seminario, donde después de más de siete años de formación ha dado el paso al sacerdocio a sus treinta y cuatro años. Durante su formación pastoral ha pasado por la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Ciudad Real, el Sotillo, la Residencia Asistida de la capital, el Seminario Menor, el equipo vocacional, los pueblos del Valle de Alcudia, Fuente el Fresno, Malagón y Moral de Calatrava, donde se encuentra actualmente.
Por otro lado, Francisco José García, también natural de Daimiel, inició sus estudios en el Seminario Diocesano tras cursar un Ciclo Formativo de Grado Superior en Desarrollo y Administración de Sistemas Informáticos y de Gestión. En el Seminario ha ejercido su labor pastoral en el Centro de Cáritas que acoge a personas sin hogar de Ciudad Real, así como en el de Puertollano; en Torralba de Calatrava, en el Valle de Alcudia, en Miguelturra, en el equipo vocacional; en Tomelloso, también ejerciendo como profesor y los últimos meses en la Parroquia de Calzada de Calatrava. Compaginando su labor como diácono en esta parroquia con las clases de religión en el Instituto de Enseñanza Secundaria, ha dado el paso a sus treinta y dos años para ser ordenado sacerdote junto a su paisano Carlos.
