Tarragona/ESPAÑA.- Como cada año, la familia misionera de la diócesis se reunió en una nueva Jornada de Tarragona Misionera, esta vez fue el sábado 12 de mayo Tarragona. La jornada se inició a las diez de la mañana cuando poco a poco, misioneros, familiares y amigos de misioneros se fueron reuniendo ante la iglesia parroquial de la Santísima Trinidad. El rector de la parroquia Mn. Josep Queraltó dio la bienvenida y acto seguido comenzó la oración.
Seguidamente, en la visita guiada a La Catedral, el canónigo Mn. Antonio P. Martínez, a través de un lacónico viaje en el tiempo trasladó a los asistentes al proceso creativo de las obras de arte ya los valores que imperaban en sus genios creativos, enfatizando el cambio de mentalidad de la conducta humana y revalorizando la herencia de los antepasados.
La eucaristía, en la capilla mayor del Seminario de Tarragona, fue presidida por Mn. Juan Antonio Cedó y concelebrada por los misioneros PP. Antoni Calvera y James Nyaga y Mn. Isidro Foguet, Mn. Josep Pascual y Mn. Estanis Figuerola. En la homilía, Mn. Cedó ayudó a descubrir cuál es la conversión que hay que hacer y cuáles son los caminos que deben emprenderse guiados por el Espíritu Santo, porque «Él nos renueve por dentro y haga de nosotros verdaderos fieles a la Iglesia universal» . Los cantos de la celebración se acompañaron con guitarras a cargo de Begoña y Pedro.
Durante la hora de comer, en el Seminario Menor, los asistentes a la Jornada pudieron compartir las impresiones vividas. Al acabar, y sentados en círculo, todos tuvieron la oportunidad de aportar sus experiencias, anécdotas, opiniones y todo aquello que en el entorno del mundo misionero podíamos compartir. Como recuerdo de este camino una frase: «las huellas siempre dejan un mensaje».
