Rábano/ESPAÑA.- En un excelente clima de romería, los actos religiosos en torno a la Virgen de Nuestra Señora de la Alcobilla reunieron el sábado a más de un millar de personas en el santuario de Rábano y Barrio de Rábano (Zamora).
Pasada la una de la tarde las cuatro imágenes de la Virgen salían del templo para culminar las plegarias ofrecidas por los devotos, desplazados desde diversos puntos de la comarca, desde la Requejada, pasando por Galende, Trefacio o Cernadilla, además del conjunto del municipio de San Justo.
Una devoción que quedó patente en la emoción de las personas que contemplaron el paso de las imágenes bajo la sombra de los castaños y luego el paso bajo los cinco pendones que tributaron sus reverencias y sus venias.
El presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, se sumó a los actos en el templo, poco antes de la una de tarde, cuando dio comienzo la misa concelebrada, en un templo abarrotado de personas. La alcaldesa de San Justo, Montserrat Sastre y el diputado, Ángel Prada, compartieron esos instantes junto con concejales del municipio y alcaldes de otros ayuntamientos.
En el altar mayor las imágenes ocuparon el centro de crucero de la nave principal, donde el día antes se procedió a la ofrenda floral. El párroco, Juan Manuel Vime, ofició la misa ante sus feligreses. La Coral Tierras Altas ensalzó las oraciones a la patrona de la Alcobilla.
En el momento de iniciar la procesión los gaiteros de la comarca interpretaron las canciones dedicadas a la virgen sin interrupción, durante todo el recorrido, breve por otro lado ya que se limita a rodear el templo, un recorrido que se antoja corta y que se hace pausadamente. Cientos de velas permanecieron encendidas a resguardo frente al templo, en la sala habilitada por la Cofradía de la Virgen de la Alcobilla, que colocó un puesto a disposición de los cofrades, que en estas fechas hacen su contribución a la hermandad.
La mañana amaneció generosa para que las procesiones pudieran realizar previamente el trayecto del encuentro hasta el templo, desde las parroquias de Rábano, Barrio de Rábano y San Justo. Las imágenes accedían al recinto poco antes del mediodía para ocupar, tras el recibimiento por las puertas norte y sur, su lugar junto al altar que presidía la imagen de la Virgen de la Alcobilla. Junto a ella, compartieron la Virgen Peregrina de Barrio de Rábano, la Virgen del Rosario de Rábano y Virgen de la Asunción de San Justo. Esta tarde las parroquias hermanas se despiden hasta el próximo año.
La tormenta aguó el café pero no el pulpo, que nadó a raudales por el recinto de los castaños. Decenas de familias desafiaron a la tormenta y completaron el encuentro de misa y mesa. Por la tarde la subasta dejó satisfechos a los pujadores bajo los castaños.
