Madrid/ESPAÑA.- El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, presentó en rueda de prensa, el Plan Pastoral para la Archidiócesis 2012-2013 ‘Servidores y Testigos de la Verdad’. Con él intervinieron el Obispo Auxiliar de Madrid, y Coordinador General de la Misión Madrid, Mons. César Franco; el Vicario Episcopal de la V y Secretario General de la Misión-Madrid, Ángel Matesanz; y José Miguel de la Peña, diseñador gráfico, autor del Logo.
En su intervención, el Cardenal explicó que el objetivo de la Misión Madrid, que arrancará el próximo 30 de septiembre, “es responder a la llamada de Benedicto XVI a una Nueva Evangelización, formulada de nuevo en la carta con la que ha convocado el Año de la Fe que se inaugurará con el Sínodo de los Obispos el próximo 11 de octubre, conmemorando el 50 aniversario de la sesión inaugural del Concilio Vaticano II. Y, simultáneamente, tratando de responder a necesidades pastorales evidentes que están detrás de esa llamada del Papa a una Nueva Evangelización. Necesidades que él coloca sobre todo en el ámbito de las sociedades europeas, muy distanciadas de Dios, olvidadas de sus raíces cristianas y con muchos problemas, que se han convertido en una situación de crisis muy generalizada. Esa situación de necesidad y de crisis también la vivimos en Madrid”. Ante esta situación, “nos parecía que la diócesis tenía que responder a esa llamada con una doble dosis de dinamismo apostólico y de entrega, que se expresan con la palabra Misión”.Una Misión que tiene como origen la JMJ 2011. “Se puede decir que este Plan es resultado y fruto de la JMJ, que fue preparada largamente. El estilo, la fórmula, los contenidos, cómo se llevó a cabo la JMJ, el ejemplo que nos dio Benedicto XVI de cómo se evangeliza a los jóvenes, han sido decisivos a la hora de formular la Misión Madrid”.
Para el Cardenal, “la fe es siempre fruto de una conversión personal. En este plan de la Misión Madrid vamos a tratar de que toda la Iglesia en Madrid viva un momento hondo de conversión a la fe y a Cristo. De corazones convertidos surge la necesidad de ser testigos de los que vives, conoces, y de ser servidor del bien que has recibido. Un servicio para los demás… Nos sentimos especialmente llamados a ser testigos de la verdad del Evangelio para los bautizados, que son probablemente la mayoría de los madrileños, pero que están alejados de la vida de la Iglesia y de la gracia. Y para todos los que nos quieran oír. Y ese testimonio queremos formularlo y vivirlo de una manera directa, y a través de las expresiones en las que el Evangelio, la gracia o la fe se encarnan en la vida de las personas: la vida personal, el matrimonio, la familia, las realidades sociales, culturales, públicas…”. “Queremos ofrecerlo de nuevo, renovándolo, y teniendo como destinatarios muy especiales a los jóvenes. Sin olvidar la situación de crisis en la que nos encontramos”. Porque “es necesario que caigamos todos en la cuenta que, para resolver y superar la crisis necesitamos una profunda conversión de las conciencias, moral y espiritual”.
Recordando la importancia que para el desarrollo de la Misión tiene la oración, agradeció el apoyo de las comunidades de vida contemplativa, “con las que contamos muy decisivamente. “En este marco y en este cuadro queremos que se desarrolle la Misión Madrid, que lleva como lema ‘Servidores y testigos de la verdad’”, ha concluido.
Misión Madrid, tras la JMJ
Por su parte, Mons. César Franco explicó que la idea de la Misión Madrid surgió después de concluir la JMJ, con el objetivo de que ésta no quedara como un acontecimiento aislado. Y, tras varias consultas a los Consejos diocesanos, se llegó a la concreción de la Misión, constituyendo una Comisión Diocesana que se trabaja en las diversas áreas en las que se va a desarrollar la Misión Madrid. Así, Comunidades parroquiales, el ámbito de la Universidad y de la Juventud, el de la Cultura, el de las Comunicaciones Sociales, el de la Acción Caritativa y Social de la Iglesia y el de los Actos fundamentales de la Misión, que potenciarán las fiestas diocesanas que ya tienen arraigo, como el Corpus, la Almudena o la Misa de las Familias, así como otros actos extraordinarios que se realicen en la diócesis con motivo de la Misión Madrid.
Esta Comisión ha sido la encargada de elaborar la Oración de la Misión Madrid, y de preparar la marca institucional o logo.
Programa Pastoral
A continuación, Ángel Matesanz hizo referencia al plan pastoral de la Misión, que comenzará con una peregrinación a Fátima del 28 al 30 de este mes, y que arrancará con la celebración de una solemne Eucaristía en la Catedral de la Almudena el domingo 30 de septiembre, a las 19,00 horas.
Otras actividades programadas son: cursillos de catequistas por arciprestazgos, catequesis sobre el Credo, peregrinaciones por Vicarías a la Catedral, acciones misioneras extraordinarias en las parroquias, preparación de la participación de los jóvenes en la JMJ Río 2013, Congreso de profesores y acciones misioneras durante la Cuaresma por los colegios, celebración del sacramento de la confirmación en el marco de una gran concentración de jóvenes; acciones concretas en el campo de la Universidad, como la celebración de Jornadas Culturales, Seminarios, un Foro Virtual para profesores, o la creación de una Cáritas Universitaria. Expresiones culturales a través de una muestra de cine, visitas guiadas a museos o exposiciones itinerantes. Y a través de la Universidad San Dámaso, potenciar el campo del pensamiento y del diálogo sobre la fe, y conmemorar el 50º aniversario del Concilio Vaticano II.
Presentación del Logo
Por su parte, el diseñador del logo, José Miguel de la Peña, destacó que la identidad gráfica de Misión Madrid es deliberadamente contemporánea, para proyectar una imagen de Iglesia actual y cercana. Así, ha apuntado que la letra “m” es común a las palabras “Misión” y “Madrid”, por lo que este carácter es el protagonista de la representación simbólica. La letra “m” es construida en torno a atributos emocionales, que se dibuja con características formales familiares. En la parte superior derecha se dibuja una Cruz, que representa a Cristo y su Iglesia. Es un signo que suma, que acoge e involucra en la Misión a toda la diócesis, y que es exponencial, pues potencia y multiplica la acción de la Misión. En cuanto al uso de colores cálidos, apuntó, “son herencia y recuerdo de la JMJ 2011, como punto de partida y referencia para la Misión Madrid”.
