Fuengirola/ESPAÑA.- La parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Fuengirola, construye, desde principios de este mes de octubre, un sueño común de todo el pueblo. Se trata del complejo parroquial “La Casa de la Virgen”, situada en el número ocho de calle Emancipación.
Este edificio estará dedicado a la evangelización y a la acción caritativa y social, tareas prioritarias de la Iglesia. En el marco de las fiestas de su titular y patrona del pueblo, la Virgen del Rosario Coronada, tuvo lugar el acto de bendición y colocación de la primera piedra,en el que participaron los sacerdotes del arciprestazgo y una amplia representación de fieles.
Su párroco, Manuel Ángel Santiago, nos cuenta que esta casa responde a una necesidad acuciante. «Aunque la parroquia es una de las emblemáticas de la Costa del Sol por su antigüedad e historia, en cuestión de salones parroquiales sufre una gran deficiencia para atender a niños, jóvenes, etc.» Y es que las cifras hablan por sí solas: para atender a los cerca de 20.000 feligreses la parroquia dispone hasta el momento de sólo tres salones con una capacidad para cuarenta personas cada uno. El solar, en pleno centro de Fuengirola, ha sido fruto de la donación de un feligrés y su dedicación a la Virgen viene desde el inicio de los trámites. El párroco puso el proyecto en manos de la Madre de Dios, y entronizó un cuadro de la Virgen en el interior consagrando el lugar a su corazón inmaculado. «El nombre de “La Casa de la Virgen” responde al deseo de que éste sea un hogar de puertas abiertas para todos los que buscan, quiere ser una escuela de fe, oración y misión, una casa de todos y para todos», afirma Manuel Ángel.
La parroquia de Nuestra Señora del Rosario es una comunidad muy viva. «Además de la dimensión sacramental (con siete misas los fines de semana, dos misas diarias, 160-170 bautizos al año, bodas…) existe una extensa tarea pastoral con grupos de niños de iniciación cristiana, de postcomunión, de prematrimoniales, adolescentes y preadolescentes, grupos de jóvenes, adultos, Cáritas, hermandades y cofradías, adoración nocturna, consejo de economía y pastoral… Además, el Centro Ecuménico Lux Mundi y la comunidad de Hijas de la Caridad que llevan el Colegio María Auxiliadora pertenecen a la feligresía», cuenta el párroco. «Todos ellos han acogido con ilusión este proyecto, y conscientes de su importancia y su responsabilidad para que esta “casa” sea siempre lugar de encuentro con Dios».
El sueño de la parroquia es, en palabras de Manuel Ángel, »que esta casa se nos quede pequeña porque el Evangelio de Cristo prenda en el corazón de muchos y la parroquia siga creciendo en vida del Espíritu».
