Teruel/ESPAÑA.- La ciudad de Alicante ha concedido el nombre de una calle a su obispo más querido, el turolense Victorio Oliver, quien presidió la Diócesis entre 1996 y 2005 y que es especialmente recordado por su labor entre los más desfavorecidos.
La nueva calle Victorio Oliver se halla en el barrio de La Goteta, en una zona de expansión rodeada de arbolado junto a la línea del tranvía de la futura línea 2 y a espaldas de la sierra de San Julián. Al descubrimiento de la placa han acudido Oliver, nacido en Mezquita de Jarque hace 83 años, así como sus dos sucesores: Rafael Palmero (2005-2012) y Jesús Murgui, además de la alcaldesa de la ciudad, la popular Sonia Castedo, entre otros representantes de la sociedad civil y religiosa. Oliver ha agradecido esta distinción en una calle "periférica" de la ciudad donde "el sol pasa el invierno", y cercana a otras calles dedicadas a la Madre Teresa de Calcuta o al Padre Arrupe. La placa que hace referencia al exobispo destaca "su actividad pastoral con los más desfavorecidos" de Alicante.
En una breve alocución, la alcaldesa de Alicante ha admitido su "añoranza" por Oliver, a quien ha definido como una de esas personas "que hacen el bien", y ha esperado que le guste esta "recoleta, austera y plancetera" calle escogida para rendirle tributo y recuerdo. "Ha sido el obispo de todos nosotros, el confesor y el amigo", ha subrayado Castedo.
La iniciativa de dar una calle al obispo partió de las cofradías del Padre Jesús y del Santo Sepulcro. EFE
