CAMINEO.INFO.- La parroquia de San Miguel y San Sebastián, de Valencia, ha organizado este domingo, 25 de diciembre, por cuarto año consecutivo, una cena de Navidad para 300 personas sin hogar que han preparado los feligreses y ha sido servida en el interior del templo parroquial.
Un centenar de voluntarios se han encargado de la organización, distribuidos en diferentes funciones “como la recepción de comensales, a los que se ha facilitado el aseo personal, la atención del guardarropa, incluso el cuidado de perros en el caso de que los asistentes que han ido acompañados por sus mascotas”.
Asimismo, con motivo de la cena “se han retirados los bancos de la parroquia y se han instalado 27 mesas para acoger a las personas que han acudido a la celebración navideña”, ha añadido.
Al igual que en anteriores ocasiones, “la cena ha consistido en sopa cubierta, que ha sido preparada por varias familias de feligreses en sus casas y pollo asado de segundo plato”, según el párroco, que ha señalado que la Pizzeria “Marcelino pizza y vino”, cercana al templo, “ha puesto su horno a disposición de la parroquia para que los platos se sirvan calientes”.
Tarjetas para recoger pensamientos de los asistentes en cada mesa
Igualmente, en cada una de las mesas un voluntario ha ejercido como “anfitrión”, de forma que se ha ocupado de los comensales y ha cenado con ellos, mientras otros voluntarios han servido las mesas. Además, en cada mesa “cada asistente ha podido escribir una frase con un pensamiento en una tarjeta”, ha explicado Talens, que ha precisado que “la mayoría de tarjetas son palabras de agradecimiento”.
La iniciativa, que está organizada en colaboración con la asociación “Amigos de la calle”, surgió a raíz de la comida de Navidad para personas sin hogar que todos los años organiza la comunidad de Sant´Egidio en la basílica de Santa María in Trastevere, de Roma.
La cena en la parroquia de San Miguel y San Sebastián ha sido organizada por la parroquia y la Cáritas parroquial con la colaboración de Cáritas Diocesana de Valencia, las religiosas de Madres Desamparados San José de la Montaña y la cooperativa Consum.
