CAMINEO.INFO.- Han llegado a su nueva misión evangelizadora en Madagascar y Republica Dominicana, dos familias de la diócesis de Segorbe-Castellón, ambos pertenecientes a las comunidades del Camino Neocatecumenal.
Este tipo de familias son los nuevos misioneros de la Iglesia Católica. Ambos matrimonios viven su fe en comunidad en las parroquias de Santo Tomás de Villanueva, de los padres agustinos, de Castellón, y de la Virgen de la Merced de Burriana.
Estos enviados diocesanos para la conversión de los no creyentes son Jorge Vicent y Yosune Leiza, en la isla dominicana; y Enrique Hernández y Beatriz Vicent, con sus cinco hijos, en el archipiélago africano.
Como explicaron Enrique y Beatriz antes de partir hacia Madagascar, como testimonio de su decisión, su vocación pastoral arranca al oír las palabras del papa Juan Pablo II en Madrid en el año 2003, cuando afirmó que "no acalléis la llamada del Señor".
El matrimonio reconoce la dificultad en adoptar un rumbo desconocido a sus vidas, aunque "después de un tiempo de lucha, se toma un camino porque el cuerpo se resiste a entrar en la voluntad de Dios, ya que ser misioneros es perder la vida por el Evangelio", explicó.
Enrique Hernández, asimismo, confesó antes de la partida: "Dejamos aquí la familia, nuestra comunidad en la parroquia, el trabajo, la casa, todo el proyecto de vida que vas haciendo desde que eres joven". Sin embargo, añadió que "la alegría de encontrarte con Jesucristo resucitado da sentido a tu vida". Por ello, el nuevo misionero indica que "en agradecimiento a lo que Dios nos ha dado, no podemos hacer otra cosa que llevar este tesoro a otros, a implantar la Iglesia mostrando la perfección de la familia cristiana", como relata a nivel de testimonio.
Estos dos matrimonios misioneros de la diócesis de Castellón se suman al que se encuentra en Rusia realizando una labor de evangelización, aunque su vuelta a Castellón es inminente. También estaba previsto que una seglar realizase una labor evangelizadora en la ciudad de Estrasburgo, aunque al final una enfermedad ha impedido este viaje.
Fuentes de la delegación de misiones del obispado de Segorbe-Castellón destacaban el carácter misionero de la provincia. "Solo de religiosos misioneros castellonenses repartidos por el mundo hay un total de cincuenta", manifestaban las fuentes, quienes valoraban positivamente el hecho de que, en estos momentos, estas nuevas familias castellonenses, estén predicando por el orbe.
