A la vejez..., de misiones

CAMINEO.INFO.- Castellón/ESPAÑA.- Cuando, inducido por la actualidad del Día Mundial del Alzheimer, el colectivo de personas mayores considerado 'ancianos' no puede huir de verse protagonistas de historias tan tristes y sobrecogedoras como reales, una pequeña luz surge el día después, al conocerse iniciativas como la de Lolín Toribio, que a sus 70 años, ha tomado la decisión de ser misionera por primera vez en su vida.

Consciente que ya no es joven, pero con "ilusión y una fe profunda", Toribio, natural de Castellón pone este lunes rumbo a Dallas (EEUU), lugar en el que espera encontrar respuesta a la pregunta: "¿donde voy yo con 70 años, el lumbago y las rodillas que me duelen? La edad no me la quita nadie, pero tengo una experiencia, que cuando esté allí, será Jesucristo quien vivirá en mi".

El mismo obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, presidió este miércoles la ceremonia de envío en misión de Lolín Toribio. Fuentes del Obispado explican que cuando se le pregunta ¿por qué?, ella responde que "el Espíritu Santo sopla donde quiere y hace lo que quiere. A mi me lleva ahí y ya está. No busco más razones".

En su destino, la 'joven anciana' trabajará en la catequización de los hispanos. No habla inglés y sus hijos y nietos viven esta aventura entre el respeto y una cierta pena por la distancia que los separará.

"La decisión no ha sido precipitada", indican desde la Diócesis. De hecho, Lolín forma parte de una comunidad del Camino Neocatecumenal desde hace casi 40 años, y durante su matrimonio, ambos se habían planteado en alguna ocasión ofrecerse como misioneros. Cuando hace tres años quedó viuda, volvió a presentarse voluntaria y ahora, a sus 70 años, ha recibido el destino.

La protagonista asegura que siempre es posible vivir los sueños e ilusiones. "Se dice que la vejez hoy en día no tiene sentido, pero es falso. Cada uno puede tener una misión. Los que son creyentes pueden rezar, y los que no lo son, que busquen a Jesucristo. Cuando lo encuentras, hayas la vida, y para eso no hay edad", reflexiona, al tiempo que cita un salmo de la Biblia que reza que 'en la vejez seguirás dando fruto'.

También, en esta nueva etapa seguirá un compromiso en el que ha trabajado durante los últimos años en el campo de la drogadicción, que le ha llevado a estar en contacto con los presos en la Pastoral Penitenciaria y en la orientación familiar a través del Centro Diocesano Domus Familiae de Castellón.

En Dallas se propone seguir transmitiendo su experiencia. "Era una persona alejada de la Iglesia -explica- hasta que recibí la buena noticia del Evangelio: que Jesucristo había muerto y resucitado por mis pecados. Y, como yo, hay mucha gente que necesita escuchar esa buena noticia", añade. "Me voy porque el Señor me ha llamado, poderlo dejar todo es gratis, no se trata ni de sacrificio ni de esfuerzos", concluye.