Además de las delegaciones nacionales venidas de numerosos países del mundo, también los diversos movimientos eclesiales aportaron su presencia mediante el viaje de grupos, unos más numerosos que otros, a la Jornada Mundial de la Juventud JMJ Río 2013.
Así pueden mencionarse, entre otros, la Acción Católica, el Movimiento de Schoenstatt, Fasta, la Renovación Carismática Católica, la Juventud Franciscana (Jufra), el Movimiento Neocatecumenal.
De este movimiento, precisamente, el corresponsal de AICA se encontró con un grupo de 182 jóvenes que vinieron de Guam para participar de la Jornada Mundial de la Juventud.
Guam es una pequeña isla (545 km2, 175.000 habitantes) cercana al Japón en el océano Pacífico y está ubicada en el continente Oceanía. Es la isla más grande del grupo de las Islas Marianas, que dependen de los Estados Unidos, aunque Guam tiene un régimen de Estado independiente. Guam es un país de mayoría católica.
Nina Irirzarry, de 18 años, terminó la secundaria (high school) y está por proseguir sus estudios. En su país hablan el inglés y un idioma local, llamado chamorro.
Nina vino formando parte de un grupo del Movimiento Neocatecumenal, iniciado en España por un laico, Kiko Argüello, y otros colaboradores, y difundido por países muy lejanos entre sí, como puede verse en este encuentro.
Nina, que va envuelta en una bandera con el nombre de su país, encuentra que esta reunión con gente tan diferente lleva a crecer en la humilidad. Cerca de ella, unos muchachos de su país llevan camisas iguales, con vivos colores.
A Nina y sus compañeros les afectó bastante el frío de estos días, porque en su país el clima es muy caluroso. Pero lo llevaron con alegría, compensados por el calor humano.
Otros jóvenes del mismo movimiento también notaron mucho el frío de estos días. Tal el caso de un grupo grande de Maracaibo, Venezuela, donde suele hacer entre 32 y 38 grados de temperatura, pero con una sensación térmica habitual que ronda los 50 grados. Y un día algunos subieron al Cristo del Corcovado pero otros, que ya sentian frío en la ciudad, prefirieron no ir porque arriba del monte, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, hacía esa mañana apenas tres grados. Así, Maria Belén, de 25 años, ingeniera química, eligió quedarse una mañana con otros amigos de su grupo en la parroquia Nuestra Señora de la Gloria, en vez de subir al Cristo.
Al lado de ella estaban Moisés Linares, de 17 años, Santiago, de la misma edad, y Hernán, de 25, licenciado en recursos humanos. Todos paran en la parrqouia Nuestra Señora de la Esperanza, en Niteroi, una ciudad cercana unida por un puente y por ferry a Río de Janeiro.
¿Cuándo se unieron al Camino Neocatecumenal estos jóvenes? María Belén dice que ella pertenece a ese movimiento desde el vientre de su madre, porque sus dos padres participan de él; "Mis papás son catecúmenos", dice, y ella, ya crecida, eligió "caminar" con su comunidad, a los 15 años.
Los otros chicos dicen que ellos también nacieron en el Camino Neocatecumenal, porque sus padres formaban parte de él.
Solamente de Venezuela vinieron 800 jóvenes de este movimiento, aunque en total son varios miles los venidos de ese país de distintos grupos, parroquias y movimientos eclesiales.
Hoy lunes 29 de julio, los jóvenes de este movimiento de todo el mundo tendrán una reunión con Kiko Argüello, en la que muchos formularán propósitos de entregar su vida al Señor.+ (Jorge Rouillon)
