CAMINEO.INFO.-Más de una vez una soñó de chica ver la casa llena de chicos, cumplir con el milagro divino e intransferible de dar a luz, de dar vida y dejar en este mundo un legado, el de los hijos. Mercedes Miguel, rionegrina pero madrynense por adopción, también lo pensó, sólo que ella, a diferencia de otras mamás, lo cumplió. Dio a luz 17 hijos –tres de ellos convertidos rápidamente en angelitos- y hoy festeja el Día de la Madre junto a sus 14 soles y a Miguel Sánchez, quien puso “título” a la familia que hoy homenajeamos desde Jornada por el Día de la Madre, el Día de la Familia.
Una cálida bienvenida nos dio Mercedes a su casa, donde fue inevitable prestarle atención a esa mesa extensa con sus sillas en derredor como seno familiar, el lugar de encuentro de toda la familia. Y no era para menos, llamaba la atención porque no era convencional, sus 3 metros de extensión permitían que los doce, de los dieciséis integrantes de esta familia compartieran, religiosamente y juntos, la cena, ya que como no podía ser de otra manera, durante el día el ir y venir en la casa es constante.
Una imagen de la Sagrada Familia ocupa justo la cabecera de la mesa, donde Miguel, el padre de la familia comparte junto a Mercedes oraciones y un sin fin de momentos.
Mercedes y Miguel se casaron 30 años atrás y ese fue el momento de inicio de esta familia, una familia con 14 hijos –cuatro de ellos con familias propias e independizados-.
“Sin la parte espiritual hubiese sido imposible sostener una familia como la que Dios nos dio”, cuenta Mercedes. Cabe mencionar que la familia íntegra profesa el catolicismo y dentro de la religión, ocupan un lugar en el camino neocatecumenal.
“Las primeras nueve fueron todas nenas, después llegaron tres varones –en el camino perdimos tres bebés- y dos nenas son las más chicas de la familia”, cuenta Mercedes mientras recordaba cómo transcurría la vida de la familia con las primeras nueve nenas para Miguel, quien observa a un costado cómo su esposa contaba su singular historia de vida.
La familia llegó a Puerto Madryn cuando recién se comenzaba a formar. “Acá en Madryn nos encontramos con Dios cuando ya habíamos tenido cinco nenas. Todo comenzó cuando iniciamos la catequesis con los chicos y de ahí nos fuimos integrando más a la iglesia hasta hacerla nuestro estilo de vida”, cuenta Mercedes sobre la relación con Dios.
Siempre pensaron en formar una familia grande (“no tanto”, confiesa), porque “ambos venimos de familias numerosas los dos. Estábamos acostumbrados a las familias numerosas pero cuando teníamos dos nenas ya estábamos desesperados porque era terriblemente trabajoso y después…ni te cuento. Dejamos todo en mano de Dios y aceptamos todo lo que él nos mandó”, agregó Mercedes.
Adriana, Mariela, Silvina, Karina, Carolina, Anabel, Verónica, Débora y Magdalena son las primeras nueve “nenas” de la familia. Después llegaron los varones: Gabriel, Santiago y Esteban y Daniela y Ana completan la familia Sánchez.
“Yo estoy orgullosa y contenta por los hijos que tengo”, aunque reconoció que “reniego mucho porque muchos son adolescentes y tienen su carácter fuerte, pero cuando uno los ve a todos sentados a la mesa es hermoso, tenerlos juntos, más aún a la noche, cuando cada uno está en su cama y duermen en casa”.
Hoy son diez los hijos que comparten día a día la vida junto a Mercedes porque otros cuatro ya conformaron su propia familia, e incluso, una de las hijas vive en Bahía Blanca.
“Ser mamá es una bendición grandísima y es poder multiplicar el amor. El Día de la Madre es un día muy especial, muy gratificante”, reconoció Mercedes.
