CAMINEO.INFO.- Las familias madrileñas les han acogido en sus casas, en la mayoría de los casos sin ni siquiera conocerles.
Distintos países, distintos idiomas, diversas costumbres, pero una misma manera de entender la vida y de vivirla. Dicen que ha sido Dios quien ha transformado sus vidas, manteniendo unido su matrimonio y ayudándoles en el día a día a seguir adelante en la educación y el cuidado de sus hijos. Hoy, es Dios también quien les trae a Madrid, son cientos de miles. Llegan de todas las provincias españolas, y de Francia, Italia, Alemania, Polonia o Hungría.
Algunos han viajado toda la noche. Otros han dormido con familias acogedoras de Madrid. Hoy se han levantado pronto, han acudido a la plaza de Lima de Madrid, y han cantado a Dios con Kiko Argüello y miles de madrileños. A los niños les gusta el belén con figuras de tamaño natural. El presentador televisivo Javier Nieves les va recibiendo y conduce la acogida, acompañado de su mujer y sus cuatro hijos. Todos saludan a los obispos europeos, que llegan revestidos del Palacio de Congresos. A las doce escuchan el mensaje del Papa desde las pantallas. Será rápido, porque a la una el Papa come en un comedor para pobres de la Comunidad de San Egidio. Después, participan en la misa presidida por el cardenal Rouco.
Acabada la eucaristía, los niños europeos y españoles disfrutan con una cabalgata de Reyes Magos, con dromedarios y todo, precedida por una banda de 80 músicos llamada «los gitanos de Sevilla». Los regalos de la cabalgata repartirá a niños necesitados la parroquia madrileña de Santa Eugenia. Es una jornada intensa, de las diez a las dos, que pondrá a prueba a padres y niños.
Desde Polonia, 500 personas
No ha importado el precio de los billetes de avión, ni las horas de viaje, ni el dónde dormir. Lo fundamental ha sido acudir a la gran fiesta, invitados por el cardenal Rouco, para testimoniar que la familia es la base sobre la que se sustenta toda sociedad. Así lo han hecho los 500 polacos que, en los últimos días, han ido aterrizando en el aeropuerto de Barajas y que han sido acogidos por distintas familias de la parroquia de San Isidro.
También Andrea y Francesca, un matrimonio italiano perteneciente al Camino Neocatecumenal, llegaron ayer a Madrid junto con sus diez hijos. Tres familias de la parroquia de San Roque les han abierto las puertas de sus casas sin ni siquiera conocerles. «Somos todos hermanos del Camino», aseguran.
Hace 16 años que Andrea y Francesca sintieron una llamada de Dios para acudir a evangelizar a Nigeria. Con mucho miedo y haciendo oídos sordos a las críticas de familiares y amigos que les decían que estaban cometiendo una locura y que es más importante la seguridad económica que «esa tontería de ir a anunciar el evangelio», el matrimonio dejó su trabajo y se trasladó a vivir al país africano junto con sus diez hijos. Un arzobispado les facilitó una casa. Han podido comer todos los días sin contar con un salario fijo. ¿Cómo? «Con la Providencia», responde Andrea, natural de Génova, «una ciudad en la que el dinero es muy importante, pero nosotros no pensamos ni en qué comeremos, ni con qué nos vestiremos. El Señor inventa los caminos».
«Se puede pensar que estamos locos, pero lo cierto es que muchos días nos hemos encontrado sobres con dinero en el buzón o bolsas con comida en la puerta de casa», explica. De Nigeria volvieron a Italia para pasar la Navidad y este fin de semana se encuentran en Madrid porque piensan que «en la familia cristiana, formada por padre, madre e hijos, se encuentra la verdad».
Pero no hace falta irse hasta Nigeria para conocer a familias que viven al día. Jaime e Isabel son un matrimonio con 4 hijos que acogerán a otra familia italiana amiga suya, a pesar de que Jaime lleva más de un año en el paro y no tienen apenas espacio en casa. «No sé dónde les meteré, pero estoy muy contenta por tenerles con nosotros», confiesa Isabel.
