Ver y Creer: “San Nicolás”

Nicolás es un santo conocido en todo el mundo. Es Patrono de Turquía, de Rusia y de Grecia. Tiene su capilla en la catedral de Puebla pero su cuerpo reposa en Bari, Italia; nació en Turquía, y desde el año 550, en Roma se le edificó una iglesia. San Metodio, obispo de Constantinopla, escribió su biografía y muchos santos, entre ellos san Juan Crisóstomo, han escrito ampliamente sobre su él. Además, el famoso Santa Claus, que se hace presente en el tiempo de Navidad, no es otro sino él mismo.

Nicolás nació en Patara, Licia, hoy Turquía, en una familia rica. Desde niño solía regalar sus cosas a los pobres mientras les indicaba a sus padres que "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto". El obispo, que era su tío, lo ordenó sacerdote. Al morir sus padres heredó una cuantiosa fortuna que repartió entre los pobres para luego ingresar a un monasterio. Luego de unos años, obtuvo el permiso de sus superiores para viajar a Tierra Santa porque era tenía el grande deseo de conocer los lugares donde vivió y murió el Señor. Al volver de su peregrinaje, de paso por la ciudad de Mira, cuando los obispos y sacerdotes buscaban a quien pudiese suceder como obispo al anterior, que había muerto, decidieron dejar la decisión a la Providencia divina y elegir obispo al primer sacerdote que llegara a la diócesis. Al momento, sin saberlo, entró Nicolás y por aclamación de todos fue electo Obispo de Mira.

La iconografía Nicolás suele mostrarlo, unas veces con tres niños, a quienes volvió a la vida luego de que un criminal los acuchillara, y otras veces con unas señoritas a quienes les dio el dinero necesario para las dotes de sus bodas. Es Patrono de los marineros pues se apareció en medio de una tempestad en altamar a unos marinos que imploraron con fe: "Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen obispo Nicolás, sálvanos". Al instante vieron a san Nicolás, sobre el barco, bendecir y calmar las embravecidas mareas.

Dios ha favorecido a san Nicolás porque concede muchos y grandes milagros por su intercesión, como una ocasión en la que salvó a tres inocentes que serían condenados y que imploraron la protección de su obispo Nicolás, quien en sueños le habló al juez para hacerle saber que con su sentencia condenaría a tres inocentes. Al día siguiente ellos fueron absueltos de toda culpa y delito.

Durante la persecución del emperador Licino contra los cristianos, Nicolás de Mira fue encarcelado y azotado. En su prisión evangelizó a los demás prisioneros, hasta que el nuevo emperador, Constantino, lo dejó en libertad junto con todos los cristianos perseguidos. Como obispo de Mira combatió la herejía arriana que negaba la divinidad de Jesús e impidió la entrada a su ciudad de los arrianos.

San Nicolás murió el día 6 de diciembre del año 345 y su cuerpo fue sepultado en la catedral de Mira. Años más tarde los musulmanes atacaron e invadieron la antigua Constantinopla que quedó convertida en territorio islamita. Pero al otro lado del mar, un grupo de marineros consideró la necesidad de rescatar el cuerpo de san Nicolás a fin de que no fuese profanado su sepulcro, pues las iglesias habían sido transformadas en mezquitas. Así, llegaron a Mira y se llevaron el cuerpo al puerto de Bari, en Italia, donde hasta ahora reposa y donde es muy visitado por peregrinos de todo el mundo que buscan a este grande santo para que les obtenga un favor o un milagro de Dios, como sucede también en su capilla de la catedral de Puebla de los Ángeles.

Con la memoria litúrgica de san Nicolás, el día 6 de diciembre de cada año, se siente cercana la proximidad de la Navidad.