Ver y Creer: “San Miguel arcángel”

El Pueblo judío suele invocar al arcángel Miguel como principal defensor de sus sinagogas y como protector contra sus enemigos con la letanía: "Miguel, príncipe de misericordia, ora por Israel". La Iglesia lo considera su Guardián y toda vez que se pronuncia su nombre proclamamos fidelidad al Creador: "¡Quién como Dios!".

El papa León XIII escribió una oración, el 13 de octubre de 1884, para implorar la protección de san Miguel en contra de la acción de los demonios: "San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas".

Dios ha querido que el arcángel Miguel se apareciese en nuestro mundo para manifestarse en varias ocasiones:

-En Roma, Italia, cuando en el año 590 el papa Gregorio Magno vio a un ángel, con una espada en la mano, sobrevolar la ciudad de Roma y posarse sobre la antigua tumba del emperador Adriano -el Castel Sant'Angelo- al tiempo que envainaba la espada. De esta manera san Miguel daba fin a una de las peores epidemias que habían azotado a la Ciudad Eterna. El Papa hizo colocar su estatua en bronce en el punto más alto del castillo. En el museo Capitolino se exhibe una piedra circular sobre la que se posó san Miguel y en la que dejó su huella.

-En Monte Gárgano, Italia, en varias ocasiones: el 8 de mayo del año 490 cuando dijo "Yo soy el arcángel Miguel que continuamente está ante la presencia de Dios. Deseo que este lugar se venere en toda la tierra y sea privilegiado, pues es Dios quien me ha constituido Protector y Defensor de este sitio"; el 19 de septiembre del año 492 para librar a la ciudad de la invasión de los Godos; el 29 de septiembre del año 493 para decirle al obispo san Lorenzo "No es necesario que ustedes consagren esta gruta, porque yo la elegí mi palacio real y yo mismo la he consagrado con asistencia, elevadas oraciones y celebrando el santo sacrificio, para comunicarme con ustedes. A mí que me corresponde manifestar que he consagrado este lugar"; y el 22 de septiembre de 1655 para salvar al reino de Nápoles de una severa epidemia, con las siguientes indicaciones al obispo:"Sepa, ¡Oh! pastor de este rebaño, que he obtenido de la Santísima Trinidad que cualquiera que utilice con verdadera devoción las piedras de mi gruta, alejará de su casa, de la ciudad y de todo lugar, la peste. Entere a todos de esta gracia divina y bendiga las piedras en mi nombre con la señal de la cruz".

-En Mont San Michel, Francia, en el año 708 cuando le pidió al obispo Aubert, de Avranches, que edificara en ese lugar un santuario dedicado a él. Se consagró el 16 de octubre del año 709 y pronto se hizo destino de peregrinaciones de muchos enfermos que obtenían la salud del cuerpo y del alma. En el año 966 se edificó en la cima del monte la famosa abadía benedictina de Mont Saint Michel.

-En Tlaxcala, México, en el año 1631, cuando se le apareció al indígena Diego Lázaro para indicarle: "La luz que ves descender del cielo es el poder que Dios concede a esta fuente de agua para la sanación de todas las enfermedades y necesidades espirituales. Hazlo saber a todos". Luego el mismo arcángel Miguel se apareció para remover varias rocas -con fuerza sobrenatural- y hacer brotar una fuente de agua milagrosa que permanece allí hasta nuestros días, en un pozo frente a la iglesia que se le edificó.

En el tiempo que hoy vivimos, contar con la poderosa protección del arcángel Miguel es fundamental para todo creyente, pues el demonio le tiene verdadero pavor.