Aunque obvio, a este respecto conviene poner de relieve la plena coincidencia, del magisterio del Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, sobre todas y cada una de estas materias, con lo enseñado reiteradamente por el Papa Francisco.
A continuación reproducimos algunas de las palabras del Santo Padre dirigidas al Parlamento Europeo, discurso que conviene leer completo:
Aborto («niños asesinados antes de nacer»), eutanasia y reproducción asistida:
«Persisten demasiadas situaciones en las que los seres humanos son tratados como objetos, de los cuales se puede programar la concepción, la configuración y la utilidad, y que después pueden ser desechados cuando ya no sirven, por ser débiles, enfermos o ancianos».
«Se constata amargamente el predominio de las cuestiones técnicas y económicas en el centro del debate político, en detrimento de una orientación antropológica auténtica. El ser humano corre el riesgo de ser reducido a un mero engranaje de un mecanismo que lo trata como un simple bien de consumo para ser utilizado, de modo que – lamentablemente lo percibimos a menudo –, cuando la vida ya no sirve a dicho mecanismo se la descarta sin tantos reparos, como en el caso de los enfermos, los enfermos terminales, de los ancianos abandonados y sin atenciones, o de los niños asesinados antes de nacer».
«Ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana, de los valores inalienables».
Naturaleza del hombre, ecología humana, familia de fundación matrimonial entre varón y mujer («unida, fértil e indisoluble»):
«Hablar de la dignidad trascendente del hombre, significa apelarse a su naturaleza».
«La familia unida, fértil e indisoluble trae consigo los elementos fundamentales para dar esperanza al futuro. Sin esta solidez se acaba construyendo sobre arena, con graves consecuencias sociales».
«Junto a una ecología ambiental, se necesita una ecología humana».
El imperialismo transnacional del dinero:
«Mantener viva la realidad de las democracias es un reto de este momento histórico, evitando que su fuerza real – fuerza política expresiva de los pueblos – sea desplazada ante las presiones de intereses multinacionales no universales, que las hacen más débiles y las trasforman en sistemas uniformadores de poder financiero al servicio de imperios desconocidos. Este es un reto que hoy la historia nos ofrece».
Conculcación de la libertad de los cristianos, persecución religiosa, métodos de coacción (destierro, etc.):
«¿Qué dignidad existe cuando falta la posibilidad de expresar libremente el propio pensamiento o de profesar sin constricción la propia fe religiosa?».
«A este respecto, no podemos olvidar aquí las numerosas injusticias y persecuciones que sufren cotidianamente las minorías religiosas, y particularmente cristianas, en diversas partes del mundo. Comunidades y personas que son objeto de crueles violencias: expulsadas de sus propias casas y patrias; vendidas como esclavas; asesinadas, decapitadas, crucificadas y quemadas vivas, bajo el vergonzoso y cómplice silencio de tantos».