En ocasión de celebrarse en España, el martes 15 de mayo, el Día Internacional de la Familia, las asociaciones de familias españolas pidieron al Gobierno y a las autoridades autonómicas y locales que “asuman su responsabilidad” y proporcionen a las familias los recursos necesarios para paliar su situación de “pobreza agudizada por la crisis”.
En este sentido, la presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), Julia Pérez Correa, apuntó el efecto negativo que los “graves recortes en derechos sociales” tuvieron sobre las familias.
Correa considera “un grave retroceso y pérdida de derechos” los recortes en materia laboral, de salud y educación y, concretamente, rechaza el copago farmacéutico, la subida de los transportes públicos, de los combustibles, la reducción del número de becas en Educación, el incremento de la ratio por aula y la subida de los precios de las matrículas universitarias, entre otros.
Por su parte, el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder, pidió al Gobierno menos “contradicción” entre su discurso teórico de apoyo a la familia y su política en la práctica que, a su juicio, es de “total abandono” de la familia.
Según ha indicado, en la actualidad España es “el país de la Unión Europea que menos ayuda a la familia” y ha denunciado que esta situación sumada a los recortes en las ayudas, se produce precisamente en una época de crisis en la que las familias son “las que más ayudas necesitan”.
En la misma línea, el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, destacó que España tiene una legislación “injusta con la familia” y subrayó que sin apoyo a la familia “es imposible que España avance hacia una sociedad justa y solidaria”.
“Sin familias fuertes y estables no es posible afrontar los problemas de fondo de nuestra sociedad vinculados a la crisis demográfica como el de las pensiones, la pobreza femenina o los niños privados de un ambiente de acogida amoroso”, concluyó.