Bilbao/ESPAÑA.- La iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes de las Arenas supuso un punto de referencia importante en el desarrollo de la pintura del País Vasco. Los arquitectos convencieron a la junta parroquial para decorar con un mural el presbiterio, y por otra parte, los artistas invitados al concurso, optaron por un estilo más vanguardista que el que se estilaba en esa época (1954). Los bocetos están expuestos en el Museo Diocesano de Arte Sacro.
El proyecto ganador fue el del pintor valenciano, Alfonso Ramil. Afincado en Bizkaia desde 1951, se ha convertido en uno de los más destacados muralistas de la segunda mitad del siglo XX.
El director del Museo, Juan Manuel González Cembellín, advierte al visitante que el “resultado en la misma Iglesia es bastante mejor que el boceto”, por lo que invita a entrar al templo que “probablemente disponga del mejor conjunto de pintura mural vizcaína contemporánea”.
El exterior de la iglesia da la sensación de “estar a medio construir”, pero lo importante está en el interior. El mural que decora el presbiterio supuso un cambio en el arte religioso que luego tuvo sus seguidores a partir de 1959.
“Las vidrieras de José María Muñoz, en el seminario mayor de Derio o algunas pinturas religiosas de García Ergüin”, también han seguido la estela de aquellos artistas de la posguerra.
Una gran colección
El Museo Diocesano de Arte Sacro, situado en el que fue el convento dominico de la Encarnación, prosigue divulgando el patrimonio artístico-religioso de la Diócesis. Cuenta en la actualidad con una colección integrada de más de dos mil piezas. Las obras expuestas son la manifestación de ocho siglos de religiosidad en Vizcaya.