Lorca/ESPAÑA.- La iglesia del Carmen es el último templo conventual que comenzó a levantarse en la ciudad en la segunda mitad del siglo XVIII. La devoción a la Virgen del Carmen fue tan inmensa en la sociedad lorquina que tras la desamortización del templo su advocación principal, San Indalecio, pasó a un segundo plano ocupando la Virgen del Carmen el camarín del retablo mayor y la titularidad del templo, ya convertido en parroquia.
Es una iglesia amplia, con decoración rococó y planta basilical de tres naves divididas en cinco tramos, con crucero y capilla mayor. Reproduce un esquema propio de la Orden Carmelita.
Su gran fachada de estilo barroco destaca entre el resto de las parroquias lorquinas por su monumentalidad. En el cuerpo superior, en una hornacina central, está la imagen de San Indalecio. Otras tres esculturas de piedra aparecen en el conjunto, San Elías, Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Los arcos de medio punto de los vanos de acceso reproducen el escudo de la ciudad, el de la Orden Carmelita y el Real. De este último emerge el brazo del profeta Elías portador de la espada.
La iglesia del Carmen, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), fue rehabilitada hace seis años en su totalidad gracias a las aportaciones de los fieles. Desde los terremotos de mayo de 2011 las campanas no han vuelto a tocar
