La otra crisis: Juventud callejera

CAMINEO.INFO.- Algunos se quejan de la pasividad de la gente joven, de su egocentrismo, que sólo se mueven por intereses propios, que se dejan manipular por las ideas políticas extremas y otras cosas por el estilo. Pero la realidad deja sin argumentos a esos quejicosos desfasados, pues durante estos días hemos sido testigos de su movilidad, de su inconformismo, de su capacidad de reacción y adaptación a las nuevas circunstancias.
Y si no, que se lo digan a la alcaldesa de Valencia, a sus concejales, a los mandatarios de la Universidad Politécnica y a la policía municipal. Querer es poder y la unión hace la fuerza. Por eso, aunando voluntades, consiguieron persuadir a los jóvenes del botellón para que este pasado jueves buscaran otro lugar que no fuera la Universidad. Tanto cavilar y pensar una solución salomónica para acabar con la juerga nocturna de los jueves, con los desperdicios e inmundicias, con los gritos, los cantos y las peleas, y la solución era bien sencilla: un buen número de policías, armados hasta los dientes y en actitud disuasoria. Muerto el perro, muerta la rabia. Y que nadie venga ahora con que los jóvenes fueron con el botellón a otra parte, pues es bien seguro que regresaron compungidos a sus casas y que depositaron las botellas de alcohol en las bodegas de sus padres.
Algunos se quejan de la pasividad de la gente joven, pero andan más que equivocados. Y si no que se lo digan a los consejeros de Educación del Partido Popular, que ya tienen asegurada la compañía de los jóvenes inconformistas, defensores acérrimos de la enseñanza pública, hasta que quede claro que Rajoy no va a ganar las próximas elecciones del 20 de noviembre.
Que no se queje nadie de nuestra amada juventud, que lo del 15-M va a ser una broma comparado con la que nos espera si las encuestas no cambian de signo y se confirma la derrota del partido socialista progresista. Sí, del partido que más encandilado tiene a esta gente joven, pues ha conseguido que más del 40% de sus integrantes se encuentren de vacaciones permanentes. O sea, en las listas del INEM. Ahí queda eso.