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CAMINEO.INFO.- Mons. Francisco Gil Hellín,




Los cristianos y la actual crisis moral

Wed, 01 Dec 2010 07:31:00
 
Mons. Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos
Mons. Francisco Gil Hellín,

CAMINEO.INFO.- Lo dicen los telediarios y los periódicos. Se comenta en familia, en el trabajo y en el autobús. Todos hablamos de la aguda crisis económica que tanto dolor y agobio está llevando a incontables familias y a muchísimos jóvenes. Sin embargo, la crisis económica es sólo una parte del problema y, por cierto, no la principal, auque sea la que más esté en boca de todos.

De hecho, cuando esta situación se remedie –que terminará remediándose, aunque los expertos señalen que su fecha está lejana-, seguirá en pie otra crisis mucho más importante: la crisis moral y la crisis social. Desgraciadamente, de esta crisis apenas se habla y, desde luego, estamos muy lejos de habernos percatado de que su gravedad es tan seria que afecta a las raíces mismas de nuestra cultura cristiana.

Lo más importante no son las grandes grietas que se han abierto en las paredes del edificio social y moral. Lo preocupante es que es todo el edificio el que se ha cuarteado, como consecuencia de haber removido los cimientos. Ello se debe, sobre todo, a que las nuevas generaciones han sido educadas –y las viejas deseducadas- en una completa amoralidad. A unas y otras se les ha inculcado un modelo de comportamiento donde ya no hay verdad y mentira, bien y mal, valores y contravalores objetivos.

Si la verdad y el bien se hacen depender de lo que piensa o vota la mayoría, ¿quién puede asegurar que lo que hoy llamamos bueno, mañana no lo llamaremos malo, y lo que hoy nos parece aceptable, mañana nos parezca inaceptable? ¿Es posible construir con estos esquemas una sociedad capaz de afrontar asuntos tan medulares como la vida y derechos de los débiles, la transmisión de la vida que asegure el recambio social, la justa distribución de la riqueza, la reconciliación y pacífica convivencia entre los que piensan y creen de modo distinto, la solidaridad entre las regiones y pueblos, la igualdad real ante la ley, el respeto a los bienes materiales y espirituales de los demás, etcétera?

Quizás alguno piense que este panorama, lejos de sacarnos de la desesperanza en que estamos sumidos, nos hunde más aún en ella. Pero no es así. Porque la esperanza que necesitamos no es la del médico que se limita a dar una palmadita animosa en el hombro del que está aquejado de una gravísima isquemia, sino la del cirujano que no duda en diagnosticarla y operarla, aunque sea muy dolorosa y costosa.

En otras palabras, necesitamos admitir que nuestra situación moral reclama un cambio radical de ideas y de comportamientos y una operación quirúrgica socio-religioso-cultural de gran envergadura. El primer paso es hacer un diagnóstico acertado sobre las causas que nos han llevado a esta gravísima situación. Parte esencial del mismo es la recuperación de que las cosas son buenas y malas más allá de lo que opinen los parlamentos, los grupos sociales y las mayorías sociológicas. Pensemos, por ejemplo, que la lacra de la esclavitud comenzó a erradicarse el día en que unos pocos proclamaron –en contra de la inmensa mayoría- que era una vergüenza que unos hombres vendieran y compraran a otros hombres para sus intereses económicos y de clase. Poco a poco, ese lubricante moral fue purificando, hasta erradicarla totalmente, la mancha viscosa de la esclavitud.

Los cristianos no somos los únicos llamados a realizar esta regeneración moral, pero nuestra colaboración es imprescindible. El papel decisivo que jugaron en la construcción de Europa la doctrina de la creación del hombre como imagen de Dios, los mandamientos del Decálogo y la ley del amor de Jesucristo, están llamados a jugar ahora un papel no menos trascendental en su reconstrucción moral. El tiempo de Adviento, que hoy comenzamos, nos remite a Jesucristo que vino –y continúa viniendo- para indicar a los hombres de todos los tiempos –también del nuestro- que él es el único Salvador y que sólo él es la verdadera esperanza de las naciones.







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