CAMIENO.INFO.-
CRÓNICAS 36, 14-16. 19-23
SALMO 136
EFESIOS 2, 4-10
JUAN 3, 14- 21
Hoy en la oración colecta hemos pedido a Dios: “haz que el pueblo cristiano se apresure, con fe viva y entrega generosa, a celebrar las próximas fiestas pascuales”.
Y si esto es lo que le pedimos, esto es lo que nos quiere dar, porque esa oración ha sido inspirada por Dios mismo. Por tanto, Él nos inspira pedir aquello que nos quiere conceder == gran esperanza
La oración colecta es muy importante perqué nos indica el sentido de aquella eucaristía, nos señala la gracia que Dios nos quiere conceder en aquella celebración. Por tanto, una de las gracias de la misa de hoy es que nuestra fe se anime, se motive, ante de las fiestas de pascua, que sintamos anhelo, ansia, deseo, de celebrarlas intuyendo ya las maravillas que Dios quiere hacer en nosotros. (Domingo gaudete)
El otro día una persona que ha empezado, hace poco, a hablar conmigo regularmente me preguntaba: ¿Qué libro me recomiendas como lectura espiritual, para ir meditando? Yo le dije: “La primera lectura, la más básica, la más formativa, la más necesaria, tendría que ser los textos de la misa de cada día: donde aparecen las lecturas de la Palabra de Dios de aquel día, y los textos eucológicos = (oración colecta, la oración de las ofrendas y la oración de postcomunión).
Cualquier librería religiosa dispone de estos textos ya sea editados en un volumen grueso (misal de mano) o editados en un librito pequeño que te lo envían cada mes y vale menos de 3 euros/mes.
Pasemos a las lecturas de hoy, llenas de frases contundentes y con mucho contenido. En tres ideas inciden las lecturas: pecado / amor / vida (Jesucristo).
Pecado: En la primera lectura se nos ha hablado de los pecados del pueblo de Israel con estas palabras: “Multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles... Ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se mofaron de sus profetas”.
Nosotros somos el nuevo Pueblo de Israel, a nosotros se nos dirigen hoy estas palabras... Dice San Ireneo: “Creer en Dios es hacer su voluntad”. Los que nos rodean, estas otras naciones de las que se nos habla, no se preocupan por descubrir la voluntad de Dios en sus vidas…!!No hagamos nosotros lo mismo!!
Cada vez entiendo más la vida cristiana como un camino donde vamos descubriendo la voluntad de Dios a cada paso que damos... Que no quiere decir escuchar su voz cada dos per tres, sino vivir en un constante deseo de hacer lo que Él quiere...
Las palabras de San Pablo respecto el pecado son clarividentes y contundentes: “...estando nosotros muertos por los pecados”. Qué igualdad!: “pecado = muerte.” Nos puede parecer que no es pecado. Nos puede parecer que no hago mal a nadie. Nos puede parecer que antes era pecado y ahora no. Nos puede parecer lo que le parece al mundo que ya no hay pecado. Rotundamente falso. Hay pecado, pecamos y el pecado hiere, mata, según el caso, nuestra vida espiritual. Repasemos el catecismo, el contenido de los diez mandamientos. ¡Es muy aleccionador! Un antídoto contra el relativismo y el subjetivismo. Hacedlo!
Segunda idea, segunda palabra: El amor. Dice San Pablo: “…Por el gran amor con que nos amó…“ Y acaba el parágrafo diciendo: “por pura gracia estáis salvados... así muestra... su bondad para con nosotros...”. Y en el evangelio Jesús mismo nos dice: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único”.
¡Todo viene del amor de Dios! Nuestra vida cristiana ha de fundamentarse en el amor de Dios. En las dos frases se repite el adverbio “tanto”.
Nos hemos de hacer presente en nuestra plegaria este “tanto” del amor de Dios. Hace falta que cuando recemos cerremos los ojos y nos sintamos envueltos, contemplados, penetrados por este amor de Dios. Somos lo que contemplamos, por tanto, para quedar determinados, afectados, por este amor de Dios hace falta contemplarlo.
Tercera idea, tercera palabra: Vida (gracia). San Pablo dice: “Dios… nos ha dado la vida juntamente con Cristo”. Qué capacidad de síntesis, de decir mucho en pocas palabras. La vida, Dios nos la da con Cristo, en Cristo se encuentra la vida. Cuanto más unidos estemos a Jesucristo, más vida hay en nosotros. No podemos hacer nada que nos separe de Cristo y nos haga más felices (ni nosotros ni los no creyentes), es ontológicamente imposible.
Y todo esto ¿por qué? Como dice San Pablo más adelante: “Pues somos obra suya... Nos ha creado en Cristo Jesús”. El Padre tiene un proyecto genial (que no quiere decir espectacular), un proyecto precioso para cada uno de nosotros, pero este proyecto se desarrolla unidos a Jesucristo, la vida.
Y acabo ya con unas expresiones del evangelio que comunican la belleza que hay en la propuesta de Jesús:
“Tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo... tenga vida eterna”. “…para que no perezca ninguno... sino que tengan vida eterna...”. “Dios no mandó su Hijo... para juzgar al mundo… sino para que el mundo se salve”… “...el que realiza la verdad se acerca a la luz”.
Que Jesús nos mueva a saborear y redescubrir estas palabras que son espíritu y son vida...
