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Portada:: Homilia:: Ciclo C:: Domingo XXX T.O. ciclo "C": “El que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido”.

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Domingo XXX T.O. ciclo "C": “El que se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido”.

Sun, 27 Oct 2013 01:47:00
 

CAMINEO.INFO.-

Sir. 35, 12-14.16-18; 2
Sal 33, 2-3. 17-18. 19 y 23(R.: 7a)
Tim. 4, 6-8.16-18;
Lc. 18, 9-14.


Esta parábola nos presenta la actitud fundamental (y fundamental quiere decir que está en el fundamento) del hombre creyente: la humildad, el descubrimiento denuestra pequeñez, de nuestra debilidad, que nos lleva a alzar nuestro grito a Dios, dirigir nuestro espíritu hacia Dios.

El contenido de esta parábola liga perfectamente con los evangelios de los últimos domingos:

.Hace tres domingos, los discípulos decían a Jesús: "Señor, auméntanos la fe", ante su incapacidad de vivir lo que Jesús planteaba.

.Hace dos domingos, los leprosos se acercaban a Jesús y le decían: "Jesús, maestro, ten compasión de nosotros". Reconocían su necesidad de ser sanados, salvados.

.Domingo pasado, escuchábamos la parábola de Jesús que nos llamaba a rezar siempre y sin desanimarse. La oración de petición es un reconocimiento de nuestra pequeñez, necesitamos el don, la gracia de Dios.

El evangelista deja muy claro a quien se dirige Jesús con esta parábola "A algunos que teniéndose por justos…". Es preciso que nos reconozcamos en esos que se tiene por justos. Es preciso que nos reconozcamos... Nosotros más que vernos comopecadores necesitados de conversión, nos vemos como unos justos que ya están bien como están.

Ilumina esta realidad un hecho muy bonito. Ahora hace un mes, un jesuita, el director de la revista Cività Catòlica, le hizo al Papa Francisco, una entrevista, muy interesante, y la primera pregunta que le hizo, fue: "¿Quién es Jorge Mario Bergoglio?" El Papa se quedó en silencio pensando... y dijo "Yo soy un pecador. Esta es la definición más exacta, y no se trata de un modo de hablar o un género literario. Soy un pecador". "Un pecador en quien el Señor ha puesto los ojos". ¡Qué bonito!, ¡qué humano! y ¡qué teológico!

Hay una anécdota al inicio de esta entrevista... "Su Santidad"... "entre los jesuitas nos tratamos de tú"... Persona cercana... afable, sencilla, no quiere honores... porqué Jesús no los quiso.

Esta realidad "ser pecadores" la repite mucho este Papa, y para que no quede como una cosa abstracta, varias veces ha dicho: "somos pecadores con pecados concretos, no unos pecadores en teoría".

Todo esto referido aquien se dirigía la parábola. Después Jesús en ella dibuja, perfila perfectamente, dos actitudes delante de Dios, que nos ha de llevar a mirarnos a nosotros y rectificar todo lo que no sea una actitud como la del publicano.

Empecemos contemplando al Fariseo:

"...te doy gracias, porque no soy como los demás...": el Fariseo se compara. ¿Nos comparamos? "yo siempre llego antes que fulanito", "fulanito siempre llega tarde", "yo no fallo nunca, fulanito...", "yo... yo... yo...". Y la comparación le lleva a situarse por encima de los demás, y queda satisfecho de no ser como los demás. Todo esto, quizás, nos pasa un poco ¿no?

"...como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni...". Menosprecia los demás, no son tan buenos como él. Quizás, nos pasa un poco ¿no?: Compararnos, enaltecernos y menospreciar. Es necesario mirar dentro de nosotros y enmendarnos.

"...ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo". Yo hago mucho y los demás muy poco. ¿Lo pensamos?

Aquel que sea muy fariseo ahora debe pensar: "esto lo dice por los demás, no por mí, yo todo esto lo hago bine".

El problema del Fariseo es que no ve que sea pecador. Siente complacencia de sí mismo. Fundamenta su vida religiosa, su confianza, en las buenas obras hechas por él. Se sitúa ante Dios como acreedor, no como deudor.

El papa Benedicto, hablando de este Fariseo, decía: "En el fondo ni siquiera mira a Dios, sino sólo a sí mismo. No necesita a Dios, porque lo hace todo bien por sí mismo. No hay ninguna relación real con Dios, que a fin de cuentas resulta superfluo, basta con sus propias obras. El fariseo se justifica por sí solo."

El fariseo, dice el Papa, "no mira a Diosno necesita a Dios,... no tiene relación real con Dios…". El Fariseo es autosuficiente. Participa de los actos de culto, cumple con todo, pero no mira a Dios, no necesita a Dios, no tiene relación verdadera con Dios. ¿Nos pasa, quizás, a nosotros?

Ara contemplemos al cobrador de impuestos:

"…se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo". ¿Qué vemos? Humildad, reverencia, sentido de la presencia de Dios, respeto, temor de Dios, se ve indigno. ¿Tenemos nosotros esta actitud en nuestra plegaria... humildad...?"

"…se golpeaba el pecho" Se siente culpable, siente el dolor de sus pecados, está triste y arrepentido por el mal que ha hecho. ¿Tenemos nosotros estas actitudes?

"...ten compasión de este pecador". Pide compasión, se ve pecador, clama desde su pobreza radical, desconfía de sí mismo, confía en Dios, en su bondad y misericordia, se abandona en Dios... Necesita a Dios. ¿Tenemos nosotros estas actitudes?

Que esta eucaristía nos ayude a hacer nuestra la actitud interior del cobrador de impuestos...







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