Domingo 3 Tiempo Ordinario, Ciclo "C": Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna

CAMINEO.INFO.-

Ne 8, 2-4. 5-6. 8-10
Salmo 18
1ªCo 12, 12-30
Lc 1, 1-4; 4, 14-21

Hoy es necesario explicar el contexto de la primera lectura para poder entender su profundidad y su grandiosidad.

El pueblo de Israel vuelve del exilio, de la deportación que ha vivido en Babilonia. Los asirios les vencieron y los deportaron, se los llevaron a Babilonia, allí han estado muchos años, lejos del templo, lejos de la tierra prometida, lejos de su Dios.

Guiados por Nehemías, que era el gobernador, empiezan la reconstrucción de las murallas y del templo. Y haciendo obras en el templo encuentran el Libro de la Ley. Encuentran el libro que relata la alianza de Dios con su pueblo, el libro que relata la liberación de Egipto, la alianza en el Sinaí, los 40 años en el desierto, es el libro que relata sus fidelidades y sus infidelidades.

La descripción de cómo se lee el libro encontrado es impresionante:

• El pueblo es convocado, acuden todos (hombres, mujeres y criaturas capaces de entenderlo)
• La lectura se prolonga de la mañana al medio día
• Se prepara una tarima de madera especialmente para proclamar la palabra.
• Se organiza un equipo de levitas para ir exponiendo el sentido de lo que se leía.
• Se inicia la lectura..... se ponen de pie ante el libro y se postran con la frente en el suelo y adoran a Dios.
• Al ir escuchando el pueblo se emociona, dice el texto “la gente lloraba mientras escuchaba las palabras de la ley”
Lloran al darse cuenta de su infidelidad.
Lloran porque desconocían tantas cosas que Dios había hecho por ellos.
Lloran al palpar el amor de Dios hacia ellos, pecadores.
• La lectura acaba con una exhortación a la alegría, a celebrar un banquete. Porque la acogida de la palabra de Dios que han hecho hace de este un episodio gozoso.

El pueblo de Israel vemos como han hecho experiencia de lo que hoy hemos repetido en la respuesta al salmo: “Tus palabras Señor son espíritu y son vida”. Por eso se postran, por eso escuchan, por lloran, por eso se alegran. Porque experimentan la palabra de Dios como “espíritu y como vida”.

Su vivencia de la Palabra de Dios nos cuestiona nuestra propia vivencia de la palabra de Dios. Su experiencia de la palabra de Dios nos interpela en nuestra experiencia de la Palabra de Dios. Qué lejos estamos, qué lejos vivimos de la Palabra

La Palabra de Dios no la hemos de ver como un libro, sino como una carta de Dios que nos ama, (carta del mejor amigo). Tiene un mensaje personal para cada uno de nosotros, por eso es palabra de Dios. Es una palabra transformante. La rutina nos puede hacer pensar que la lectura de la Palabra de Dios no tiene una eficacia más grande que otro libro, y no es así.

Hoy lo hemos visto en la primera lectura, el Pueblo de Israel se conmueve, se sienten tocados, lloran, son transformados por la Palabra de Dios.

Dice el Concilio Vaticano II: “La persona de Cristo es la que continua hablándonos hoy cuando se leen las Escrituras”. ¿Qué contacto tenemos con la Palabra, con ese Cristo que nos espera en el evangelio para hablarnos?

Pensemos... ¿cómo podemos introducir en nuestra vida una mayor cercanía a la Palabra/Xto? ¿Qué pensaríamos de un amigo si nos tratara como nosotros tratamos a la palabra de Dios? Pues JC allí está esperándonos.

Todos sabéis qué es la ONU, es la Organización de las Naciones Unidas. Es, o debería ser, una plataforma de diálogo, para evitar guerras y conflictos. Es, o debería ser, una plataforma para solucionar tantos problemas globales que la humanidad tiene planteados (hambre, trabajo infantil, explotación sexual de los niños, mujeres sin derechos, enfermedades). Imaginaos que la ONU se dividiera: EEUU y sus afines y el resto del mundo, o países ricos y países pobres…

¡Qué escándalo más grande!, ¡qué incongruencia!, ¿no?, ¡¡¡qué difícil seria cumplir con su misión!!!.

¿Por qué cuento todo esto? Mirad estamos en la semana de oración por la unidad de los cristianos. Y la división de la Iglesia es un escándalo mucho mayor que el ejemplo de la ONU que he puesto.

Es un escándalo porque el Vaticano II dice que la Iglesia es “signo de la unión entre los hombres”. ¿Cómo ser signo de la unión entre los hombres cuando nosotros estamos separados?

Es un escándalo porque la Iglesia hace visible en la tierra la comunión de las tres personas divinas. ¿Cómo hacer visible la comunión de amor entre DP, DH y DES, cuando estamos divididos, separados, alejados unos de otros?

Es un escándalo porque la ONU es una organización humana, pero la Iglesia es una institución divina.

Y este escándalo, si sentimos con la Iglesia, si sentimos con el Espíritu Santo, nos debe doler. Debemos orar y trabajar por la unidad de los cristianos.