En el 18 Congreso Nacional del PP (CN) me
presenté como un compromisario más, centrado en dicho congreso, no en los
futuros congresos regionales e insulares, con el trabajo realizado
leyendo las 5 ponencias marco, presentando enmiendas, aprendiendo y sirviendo.
He leído y escrutado el gran nivel de las ponencias. Felicito a los
coordinadores, ponentes y equipos. Están puestos en sus respectivas materias.
He escrito muchas enmiendas sólo para mejorar, si cabe, los documentos
primeros. He constatado la apertura a la escucha y a la negociación. ¡Cuidado
con no escuchar! ¡Y cuidado con no explicarse! Esta apertura no se cierra en
este Congreso. Se abre, se orienta; y abrirá y orientará más en momentos
próximos en el tiempo, pues algunas enmiendas muy buenas que no han resultado
aprobadas ahora, si se irán abordando con posterioridad sujetas al análisis y
suficiencia presupuestaria. Mi reflexión
sociopolítica y económica y mis enmiendas se nutren y apoyan en:
1) El pensamiento democristiano y liberal al servicio del hombre y no al revés.
2) Clara conciencia de la escasez de recursos,
3) La necesidad de ser
eficientes para no despilfarrar,
4) La experiencia de constatar la fuerte
interdependencia mutua entre los agentes: familias, empresas, gobiernos
(administraciones públicas) y el resto del mundo; Interdependencia entre los
que estamos.
5) La gran necesidad de cuidar y ganar Confianza que posibilite la
financiación correcta de los endeudamientos privados y públicos, el ahorro,
la inversión, la producción, el empleo, el crecimiento, la riqueza y su
correcta redistribución estimulante, no desincentivadora.
6) También se apoya
en la escucha al otro y en la búsqueda de acuerdos (equilibrios). Este
principio es básico para el vigor democrático. ¡No al Veto!
7) Confiar en la
gente. Dejar a las gentes ser quien es. Gente racional que cada día intenta
hacer de la mejor manera sus cosas. Gentes no anestesiadas por la dependencia o
servidumbre de los recursos públicos.
8) Un sector privado productivo,
eficiente y competitivo y un sector público subsidiario. Complementariedad
posible si es sostenible económica y presupuestariamente y si es socialmente
necesaria; si no, no lo ofrecemos, porque no debemos, porque no tenemos y
sabemos ajustarnos. No apelamos a pretensiones improductivas insostenibles y
empobrecedoras. No vendemos humo y mucho menos humo tóxico, narcotizante.
Carísimos experimentos sociales del dispendio que pretenden otras fuerzas
políticas.
9) Por último, que muy bien puede ser el primer punto, me apoyo en
un sí rotundo a la vida, no a la cultura de la muerte. Mis raíces entroncan mi
ánimo y mi espíritu. No se disocian. Así soy. Y muchos así somos en esta
nuestra amada España, unida y diversa. En el Congreso Nacional se suscitó el
primer día entre los compromisarios la presentación de varias enmiendas sobre
el derecho
a la vida en
el marco de la Ponencia Política para que en su preámbulo se incorporara a la
Ponencia la explicitación del derecho a la vida, "desde
la concepción hasta la muerte natural".
La
mesa optó por canalizarlas a la Ponencia Social del día siguiente.
Efectivamente, allí se expusieron por los compromisarios las correspondientes
enmiendas. La mesa a través del coordinador de la Ponencia Javier Maroto presentó
una propuesta transaccional al objeto de incorporar también esta
sensibilidad en nuevo art. 54 de la
Ponencia Social explicitando en su nuevo tenor literal que …"el aborto no debe entenderse como
un derecho sino un fracaso de la sociedad"...este es el
alcance, espero, de un pasito más dado desde el PP en dirección a favor
de la vida. Efectivamente, esta intención apunta la integración de
sensibilidades aglutinadas y articuladas en el seno del PP entorno al derecho a
la vida. Invito a leerlo en clave positiva, en clave ético-moral y rotundamente
vital. Sin duda, son valores compartidos. Nuestra opinión y convicción
mayoritaria es la explicitada ya en el texto definitivo aprobado en nuestro
Congreso Nacional.
Nunca
dejaremos a ninguna mujer sola y desamparada ante un embarazo. No debemos caer
en la red tramposa, en la actitud cínica y en la perspectiva caduca que
presenta, equivocadamente creo, el tema del aborto como un derecho de la mujer.
La mujer de frente a, o en pugna con, el derecho a la vida del no nacido. Este
planteamiento ha estado crónicamente mal enfocado.
Hasta desde las izquierdas
en Europa se han dado cuenta, por ejemplo la diputada Paola Binetti del PDI
italiano. Fue el discurso del pasado. No debe ser el enfoque moderno por nuestros valores compartidos y por
el sostenimiento demográfico de la propia Europa. No el de las familias que ya
en 2017 comparten todas las funciones y tareas, familias modernas y vitales, ya
en este tercer milenio en España y en Europa. Aunque es verdad que el ordenamiento
jurídico en España al respecto sí otorga el derecho al aborto hasta las 14 o 21
semanas, según el caso. Esto es así. Cada
uno y la sociedad en su conjunto, por tanto, se deberá plantear todo esto con
serenidad y apertura de miras. Deberá transitar responsablemente sobre todo
este problema buscando la mejor salida en el campo de los valores y por su
lectura demográfica y económica.
El PP creo la apunta nítidamente: El
derecho a la vida, con firme compromiso en su defensa y
protección. Toda persona tendrá todo el derecho a que se garantice social y
particularmente el derecho a la vida. El art. 54 sigue :..."Continuaremos
desarrollando planes de apoyo a la maternidad para ayudar a aquellas mujeres
que quieran ser madres y se encuentren en un situación de especial dificultad.
Estas medidas de ayuda se extienden a todos los ámbitos relacionados con la
prevención, ayudas durante el embarazo, ayudas postparto, seguimiento durante
la maternidad, políticas que faciliten su acceso y reincorporación al mercado
laboral y ayudas económicas". ¡Ánimo y a Servir!