CAMINEO.INFO.- Posadas/ARGENTINA.- El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, señaló que “como cristianos sabemos que la conversión tiene una dimensión personal y social”, y precisó que “también necesitamos insertar la Pascua, el morir y vivir en nuestra sociedad y cultura”.
“En definitiva las estructuras de pecado, llámese el negocio de la droga, el alcohol, o tantas situaciones que siempre dañan la dignidad del hombre tienen su raíz en el pecado personal, de cada varón o mujer que no se disponen a realizar una opción por el bien común y social”, indicó.
El prelado aseguró que “una sociedad podrá ser más ‘pascual’ y generar esperanza cuando en la vida pública y privada se cuente con gente que en lo personal haga una opción que rechace toda forma de tolerancia con la injusticia, e instale opciones donde el bien de la gente esté en el centro”.
“El misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo que nos disponemos a celebrar nos dice que hemos de morir a todo lo que haya de malo en nosotros para resurgir a la Vida nueva. Nada más mortal que el pecado en todas sus formas, personal y social. Cada cristiano debe morir a su pecado para poder ser hombre nuevo. Nuestra Sociedad debe morir a concepciones sociales corruptas de la vida política, económica, social y cultural, para que pueda nacer un país regido por la verdad, la justicia, el amor y la solidaridad”, subrayó citando el documento “Para que renazca el país”, de los obispos argentinos.
Monseñor Martínez sostuvo que la celebración de esta Pascua próxima de 2011 “invita a tener esperanza” y pidió a la comunidad diocesana que se disponga “a compartir con Jesús, el Señor, estos días, a vivir la Pascua, para renovarnos en la fe y podamos ser fermento de transformación social e instrumento de esperanza”.+