CAMINEO.INFO.- Corrientes/ARGENTINA.- El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, lamentó que “la sociedad, de la que somos parte, acostumbre a fosilizar los acontecimientos históricos”, y cuestionó que se pretenda “aplicar el mismo método a la Pascua es un grave error”.
“La muerte y resurrección de Cristo constituye el hecho histórico que trasciende la fecha calendario. Permanece actual y abierto a la salud de los hombres de todas las épocas. Hoy actúa como ayer y mañana. Existen signos que lo visualizan ahora. Me refiero a la Iglesia y a sus sacramentos”, explicó.
El prelado trasmitió “el fervor que suscita en mi corazón la contemplación y celebración de la Pascua de Cristo. ¡El Señor ha resucitado! Las densas tinieblas de la incredulidad y de la desesperación han sufrido una derrota definitiva”, y precisó que “el humilde Jesús de Nazaret, desde su sitio de humano fracaso -la Cruz-, ha destruido el ‘reino de las tinieblas’ y edificado el Reino de Dios. El Reino ya no ‘está cerca’, simplemente ‘está’, fundado sobre Él, verdadera ‘piedra angular’, ofrecido a quienes quieran y decidan cumplir la nueva y única Ley de la caridad”.
“Controvertir la ley, en cualquier Nación o Estado, convierte en delincuentes a los responsables de esa acción. La presencia del odio, siempre violento y atentatorio contra la seguridad del pueblo, revela una acción delincuencial contra el Reino de Dios. Estremece comprobar cómo se delinque contra el Reino de Dios y qué pocos ingresarán en él si no se produce antes un auténtico arrepentimiento y cambio de vida”, advirtió.
Tras señalar que el papa Benedicto XVI “dedica casi todo su magisterio, ciertamente luminoso, a recuperar los valores que hacen a la fe e inciden en el comportamiento moral de los cristianos”, consideró que “esta Pascua ofrece, a millones de bautizados, un nuevo estímulo para vencer todas las expresiones del pecado. De esa manera, el tenebroso ‘reino de las tinieblas’ es reemplazado por el Reino de Dios, que costó a Cristo el derramamiento de su Sangre”.
Monseñor Castagna reconoció que “la misión evangelizadora de la Iglesia enfrenta circunstancias complicadas en el mundo”, por lo que estimó que “su metodología pastoral debe responder siempre a nuevos cuestionamientos”.
El prelado indicó que “la difusión del mensaje ha recorrido veinte siglos en los que la fidelidad a la Verdad evangélica debió crear formas diversas de adaptación”, pero destacó que “la sustancia de la fe es indeformable”, al tiempo que cuestionó “la pretensión relativista de invalidar el Hecho de la Pascua es tan inútil como intentar probar que se puede ser y no ser al mismo tiempo”.
“La fe de la Iglesia es testimoniada por los auténticos creyentes. Es doloroso el hecho de que muchos bautizados no vivan su propia historia en coherencia con la fe de su Iglesia. Las contradicciones abundan y hasta se promocionan en las aulas y por los medios de comunicación. Benedicto XVI no cesa de señalar esas contradicciones y de exhortar a la conversión y a la práctica de una vida santa. No dejemos pasar esta nueva e irreversible oportunidad. Escuchemos el anuncio, al que formalmente prestamos nuestro consentimiento cuando nos deseamos mutuamente: ¡Felices Pascuas de resurrección!”, concluyó.+
