CAMINEO.INFO.- La Legua/CHILE.- En medio del las balacera el párroco de La Legua, Padre Gerardo Ouisse, toma un megáfono para promover la paz en su población, azotada por la violencia y la droga.
Este discípulo misionero asumió el llamado de Jesús y lo sigue imitando su ejemplo y dando testimonio: "Me enamoré de La Legua" afirma al mismo tiempo que relata que es el pastor de todos en la población; de los narcos y de los trabajadores. "Se murió un hijo de un narcotraficante y la familia muy apenada me fue a buscar para que hiciera un responso. Fui con total disposición y en el momento de la paz nos estrechamos la mano, yo también soy el pastor de ellos, yo no los ataco, denuncio una situación" afirma el Padre Gerardo.
Esta Iglesia en misión continental la vive aferrada al Evangelio y anhelando poder mirar con los ojos de Jesús esta realidad que no se soluciona a corto plazo ni con medidas represivas. "La Legua no es una favela, necesitamos un proyecto social a largo plazo con medidas concretas en educación y vivienda".
Decidió, en conjunto con su comunidad, enviar una carta al Gobierno para que saquen las armas de la población, armas que están matando el sueño de niños y jóvenes cada día: "Es un deber de la autoridad hacer cumplir la ley en este sentido, pues son las fuerzas de orden, y no el narcotráfico, el que tiene, según la ley, el monopolio del uso de las armas. Nos preguntamos: ¿de dónde provienen las armas y municiones?" relata la carta firmada por el Padre Gerardo en nombre de la comunidades de la Parroquia San Cayetano.
"El caso Karadima interpela la forma como yo vivo mi sacerdocio"
La figura del párroco de La Legua representa la misión que realiza un grupo importante de sacerdotes en nuestra Iglesia. Sin embargo, esta misión permanente no siempre es noticia.
El Padre Gerardo Ouisse apoya la petición de perdón que hizo la Iglesia a las víctimas del sacerdote Karadima y enfatiza que como Iglesia debemos abandonar el deseo de poder y ser más humildes. "Lo sucedido con Karadima me cuestionó profundamente, me pregunté ¿Cómo estoy viviendo mi sacerdocio? ¿Cuál es mi compromiso con Jesús, la iglesia, la comunidad y conmigo mismo? ¿Cuál es la iglesia que quiere Jesús?"
La Iglesia que quiere Jesús, según el Padre Gerardo, es vivir con la gente y para la gente y por eso acompaña y levanta la demanda de los pobladores de La Legua, que viven azotados por una violencia intolerable. "Lo que pasa en La Legua es un problema de sociedad y la reconstrucción de una sociedad más humana esta en nuestras manos, de la Iglesia, las organizaciones sociales y del gobierno. Todos debemos asumir este compromiso en conjunto y reinventar una población digna donde la gente viva libremente".