CAMINEO.INFO.- Santa Fe/ARGENTINA.- El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que “Jesucristo ha dotado a la Iglesia de una estructura mínima que se funda en la Palabra, los sacramentos y el ministerio. Estas tres realidades no se pueden separar”.
En su alocución semanal, el prelado hizo hincapié en el ministerio y se refirió, en primer lugar, al sacerdote como “un ministro ordenado por Jesucristo para continuar su obra. A ellos les confió su Palabra y los sacramentos que es lo que define su vida”.
Sostuvo que este “es un ministerio que el obispo, en cuanto sucesor de los apóstoles, trasmite a través del sacramento del Orden Sagrado y por la imposición de sus manos. Por este sacramento los obispos y los sacerdotes actúan en nombre y en la persona de Jesucristo, cabeza de la Iglesia”.
“Los diáconos, en cambio, por este mismo sacramento sirven al pueblo de Dios en la ‘diaconía’ o servicio de la Palabra, de la liturgia y de la caridad. Este ser ordenados por el sacramento del Orden Sagrado los diferencia de otros ministerios que son instituidos por una designación acompañada de una bendición”, precisó.
El arzobispo santafesino indicó que “todos los ministerios, ordenados o instituidos, tienen por fuente a Jesucristo y por finalidad la entrega a Dios y la edificación de la Iglesia para cumplir su misión en el mundo”.
“Este domingo la liturgia nos habla de los ministerios, de un modo especial de los diáconos, pero podemos decir, también, de otros ministerios eclesiales al servicio de la misión de la Iglesia. Cuánta riqueza presentan en la Iglesia estos servicios en las diversas áreas de su vida pastoral”, destacó.
Por último, monseñor Arancedo agradeció a Dios por “la presencia de tantos ministros que enriquecen la vida de la Iglesia”.+