CAMINEO.INFO.- Rosario/ARGENTINA.- Numerosos devotos, entre ellos alumnos del Colegio San José, participaron el pasado 24 de mayo de las fiestas patronales en honor de María Auxiliadora, en la parroquia homónima, de la arquidiócesis de Rosario.
El ingreso de la imagen de la Santísima Virgen fue acompañado por los cantos populares de los fieles, a lo largo de la nave central, acompañados por la banda de la Policía de la Provincia de Santa Fe.
La misa fue presidida por monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, y concelebrada con el párroco y sacerdotes de la comunidad salesiana.
El prelado rosarino expresó en la homilía que "en esta advocación tan venerada y querida, María es la auxiliadora de los cristianos, en quien el Señor hizo grandes cosas para ser testigo fiel del amor de su Hijo. Desde el comienzo de nuestra fe, Ella ha sido constantemente nuestro auxilio en el camino de la salvación: ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla, en el año 345 la llama ‘auxilio potentísimo’; y San Sabas de Cesarea en el año 535 la invoca como “auxiliadora de los que sufren”.
Asimismo, invitó a tener la certeza de que "quien se reconoce necesitado de consuelo, de fortaleza, o de esperanza, encuentra en María un verdadero auxilio. En la debilidad de la fe, Ella es nuestro modelo incondicional de adhesión a Jesucristo, y un apoyo inquebrantable para hacer el bien y evitar el mal y el pecado”.
“Por esto, Ella también está muy cerca de los que son más vulnerables en la prueba de la vida. Hoy quienes más necesitan auxilio son los niños por nacer, los jóvenes, y los ancianos", agregó.
El arzobispo sostuvo que “todos ellos tienen su vida en juego, porque los niños por nacer, aún en el seno de la madre, se los pretende eliminar como injustos agresores. A los niños ya nacidos, se los ve en muchas periferias y barrios privados de lo necesario, y corren el riesgo de un crecimiento infeliz, sin el calor de un hogar. Los adolescentes y los jóvenes necesitan mayor orientación, y encuentran tempranamente en sus vidas la encrucijada de los caminos, que los alejan del bien. Finalmente los que ya son ancianos, muchas veces se los trata sin consideración y frecuentemente están solos, por no decir abandonados"
Invitó, además, a tener presente que "en el Año de la Vida, nos pide a nosotros el compromiso de brindar apoyo y auxilio a los niños por nacer, destinatarios de nuestra misión, y a las madres en todo lo que podamos brindarles ayuda. Esto mismo se los pide también a quienes guían a nuestros pueblos, así como a los responsables de la salud, a los educadores y a las familias."
Por último, monseñor Mollaghan indicó que "aun cuando las leyes positivas y las normas no resulten pedagogas para proteger toda vida humana, y los argumentos comunes a la razón no se reflejen en sus contenidos, no vamos a desalentarnos ni dejar de promover el valor de la vida. En todo caso, la Virgen nos dará su mano, y será nuestro paradigma de santidad, que se realiza siempre en la unión con Cristo."
Al finalizar la celebración eucarística, el arzobispo rosarino junto con los sacerdotes y fieles se dirigieron al camarín superior del templo donde una gran mosaico de María Auxiliadora acoge a sus hijos, para saludar filialmente a la Santísima Virgen.+
