CAMINEO.INFO.- México D.F. / MÉXICO.- En un comunicado, dado en el marco de la 91ª Asamblea Plenaria, los obispos del Episcopado mexicano (CEM) señalaron que por amor a Dios y la Iglesia, "México requiere excelentes sacerdotes".
En el texto firmado por el Presidente de la CEM, monseñor Carlos Aguiar Retes; y el Secretario General, monseñor Víctor René Rodríguez Gómez, se afirma que la Iglesia siempre defiende los derechos de las personas y en su misión requiere sacerdotes a la altura de los desafíos actuales.
En la asamblea plenaria de los obispos, explican, "revisaremos los aspectos de la preparación de los futuros sacerdotes en los seminarios, los retos y desafíos que hoy se presentan a la formación sacerdotal y los programas de actualización en los presbiterios".
“Queremos formar sacerdotes para que promuevan la justicia; sacerdotes libres y respetuosos de todas las personas para que enseñen a vivir en el respeto, en diálogo continuo y se conviertan en constructores de paz; sacerdotes humildes al servicio de los demás, principalmente de los más necesitados, que en sus acciones se manifieste siempre el amor del Padre y la misericordia de su Hijo Jesucristo; sacerdotes alegres y fieles a su opción vocacional, para que dóciles al Espíritu Santo, sepan compartir la vida y entregarla si es necesario por amor a su Pueblo”.
Y continúa el comunicado episcopal afirmando que "México requiere excelentes sacerdotes. Nuestro compromiso está con México, por amor a Dios y a su Iglesia. Reconocemos la ardua tarea del Santo Padre Benedicto XVI para vivir una comunicación cercana e intensa con todos los Pastores del mundo, lo que nos fortalece la fe, renueva las esperanzas y aclara el rumbo de nuestra vocación".
“La Iglesia, como otras instituciones del mundo asiste a un proceso de cambio -explican los obispos- “proceso en el que la sociedad se vuelca hacia situaciones de vida donde se le facilite y permita todo y prácticamente no se ejerza responsabilidad por nada. La Iglesia frente a estos cambios vertiginosos, influenciados por los procesos globales, promueve y defiende los derechos de las personas, que son vitales para la sana convivencia, el desarrollo de todos los pueblos, vela por el respeto a la vida y la dignidad y la puesta en común de los valores humanos y cristianos”.
Finalmente piden a la Virgen de Guadalupe que "nos haga fuertes en nuestro compromiso sacerdotal, fieles discípulos misioneros de Jesucristo para que en Él nuestro pueblo tenga vida digna".+