Temuco/CHILE.- La solemnidad del Corpus Christi volvió a congregar a todas las comunidades pertenecientes tanto a la Parroquia de la Merced como a la Parroquia del Sagrado Corazón, de la Diócesis San José de Temuco.
Diáconos, Acólitos, Grupo de Oración, coros, personal del colegio Instituto Victoria y público en general, todos reunidos en una misma FE, alabando a nuestro Padre, a Jesús que está presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Una vez pasadas las fiestas de Pascua, la Iglesia Católica celebra una de las más grandes manifestaciones de la Fe en Jesús Eucaristía. Es por ello que el Rector del colegio Instituto Victoria y Vicario de la Parroquia La Merced, Padre Rodrigo Aguilar Gómez, junto al Padre René Riquelme, párroco del Sagrado Corazón encabezaron la procesión con el Santísimo Sacramento, la cual se inició con una reflexión eucarística, cuyo énfasis estuvo marcado en la importancia de Santísimo Sacramento, no sólo de recordarlo bien, sino, de crear las mejores condiciones para destacarlo siempre, tanto en el altar como en nuestro interior.
Luego, los dos sacerdotes cargaron la Custodia de la Hostia hasta el “anda” bien adornada y dispuesta para la ocasión, la cual siempre estuvo resguardada por damas vestidas de blanco pertenecientes a la comunidad del Sagrado Corazón.
En el paso sobre nivel, uno de los puntos altos de la ciudad, límite entre las parroquias; los sacerdotes imploraron la bendición de Dios para la ciudad y quienes la componen, previa motivación de los diáconos permanentes, quienes animaron la procesión.
Es importante destacar, este año, la presencia de las Fuerzas de Orden y seguridad (Militares, Carabineros PDI y personal de Gendarmería), de los jóvenes de la Pastoral en el marco de la Misión Joven y de los Bomberos de la ciudad (representando a los distintos voluntariados); tres esquinas, tres personas un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto le dio a la celebración un carácter mucho más emotivo y novedoso.
Finalmente, en la Parroquia de la Merced se realizó la Adoración al Santísimo Sacramento del Altar y bendición final, la cual se realizó en un profundo clima de oración y alabanza; bien dispuesto por el equipo de liturgia y los coros de nuestra parroquia; teniendo como eje central orar por las vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Laicales.
