CAMINEO.INFO.- Con motivo de la reanudación de las misas con presencia del pueblo en
Italia, el papa Francisco decidió interrumpir la transmisión en vivo de
la misa matutina que diariamente celebra en la capilla de la Casa Santa
Marta. La última transmisión será el lunes 18 de mayo, centenario del
nacimiento de Karol Wojtyla, ese día el pontífice celebrará la misa en
la tumba de san Juan Pablo II, así lo explica el secretario editorial
del Dicasterio para las Cominaciones Sociales de la Santa Sede, Andrea
Tornielli.
“La del próximo lunes a las 7 de la mañana -comienza Tornielli su
editorial- será la última misa de una serie que ha acompañado a millones
de personas en todo el mundo cada día durante más de dos meses. Con
motivo de la reanudación de las misas con presencia del pueblo en
Italia, Francisco decidió interrumpir la transmisión en vivo de la misa
de la mañana. La ocasión será especial, porque el 18 de mayo se festeja
el centenario del nacimiento de Karol Wojtyla, y por ello el Papa
celebrará desde el altar de la tumba de su predecesor, el santo
Pontífice, nacido en 1920, elegido obispo de Roma en 1978, muerto en
2005 y canonizado en 2014.
La transmisión en directa por televisión, radio y streaming de la
celebración de la misa matutina de Santa Marta y la decisión de
celebrarla diariamente durante este período de cuarentena, fueron un
regalo inesperado y hermoso. Mucha gente, incluso los que están lejos de
la Iglesia, se sintieron acompañados y apoyados por el Papa que, de
puntillas, al comienzo del día, llamaba a las puertas de sus casas.
Muchos han aprendido la importancia y el consuelo del encuentro diario
con el Evangelio. Nunca antes tanta gente había seguido la liturgia de
la semana por televisión y con algunos minutos de adoración silenciosa
del Santísimo Sacramento.
La belleza y sencillez de las homilías espontáneas pronunciadas por
el Papa nos permitieron entrar en las páginas del Evangelio, como si
hubiésemos estado presentes cuando esos eventos tuvieron lugar. Durante
la emergencia que nos obligó a permanecer confinados dentro de los muros
de la casa, se confirmó la importancia de este magisterio cotidiano,
aún más decisivo en momentos de incertidumbre, de sufrimiento, de
angustia, de tantas preguntas sobre el futuro.
Las homilías de Santa Marta representan un aspecto significativo del
servicio de Francisco como Obispo de Roma. Muchos ya estaban
acostumbrados a seguirlas a través de los resúmenes provistos por los
medios de comunicación del Vaticano y los volúmenes de la Librería
Editorial Vaticana que las recogen anualmente. En los últimos dos meses,
sin embargo, ha sido diferente, porque la transmisión en vivo ha
ofrecido la oportunidad de participar, aunque a distancia, en estas
celebraciones diarias, viendo al Papa predicar y comentar las Escrituras
de modo espontáneo.
Varios millones de personas entraron en contacto con estas misas
cada día. Muchos han escrito para dar las gracias. Ahora, con la
reanudación de las celebraciones con el pueblo en las iglesias
italianas, comienza una nueva fase. A muchos, pueden estar seguros, les
faltará esta cita cotidiana. Pero, como dijo el propio Francisco, es
necesario volver a la familiaridad de la comunidad con el Señor en los
sacramentos participando personalmente en la liturgia. Eso, sin olvidar
otra invitación del Papa, la de “frecuentar” las páginas del Evangelio
todos los días, con el contacto cotidiano al que nos habían acostumbrado
las misas televisivas de Santa Marta”, concluye el editorial de
Tornielli.
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aquí “Fuertes
en la Tribulación” el volumen digital de la LEV, que recoge todas las
homilías pronunciadas por el Papa en Santa Marta durante la época de la
crisis.